Por la democracia

Todos los ciudadanos debemos expresar nuestra conducta democrática eligiendo a una de las dos propuestas electorales que están compitiendo hoy día. Porque de esa manera no solo ejercemos responsablemente nuestro derecho constitucional sino que además cumplimos con una responsabilidad cívica; pero también esta obligación conlleva a que acatemos el resultado que arrojen las urnas de forma transparente y legal.

Como ciudadanos debemos repudiar cualquier manifestación de violencia, individual o colectiva. No podemos permitir que se empañe esta festividad democrática. Por ello también rechazamos la agresión sufrida por uno de los candidatos a la salida del estadio en Quito por parte de una turba enardecida y que perseguía fines protervos.

La propagación de las propuestas programáticas de ambos candidatos debe darse con total libertad de expresión y de tolerancia, por ello rechazamos la campaña sucia basada en el descrédito y la calumnia al otro, sin ningún nivel de respeto a los electores y seguidores.

Asimismo, queremos destacar el papel protagónico que han asumido las redes sociales en esta campaña electoral, pero también repudiamos la propagación de insultos y descréditos que han destilado las mismas en base del anonimato y de la libertad de expresión, se ha convertido en la “nueva muralla de la canalla”. Hacemos nuestra la expresión del profesor Manuel Arias, de la Universidad de Málaga cuando habla de la posverdad, “nos referimos al proceso de búsqueda de la verdad en la esfera pública y su impacto sobre las creencias privadas de los ciudadanos”.

Finalmente, con nuestro voto ejercido ciudadanamente apuntalamos el actual proceso democrático y coadyuvamos a elevar su calidad y profundidad; evitando los enfrentamientos y el odio político. Debemos aceptar el resultado de las urnas con talante democrático, sin coacciones ni chantajes, con lo cual se fortalece la ciudadanía y se prestigia la política.

colaboradores@granasa.com.ec