Democracia

Es tan frágil la democracia en nuestro país que parece inexistente. Con un pronunciamiento masivo en contra de la continuidad de este modelo que ha destruido la economía, ha irrespetado las libertades ciudadanas, ha manejado los recursos del pueblo ecuatoriano como si fueran propios, ha pisoteado la institucionalidad democrática y se ha burlado de la historia republicana, un solo pronunciamiento del ente electoral, avanzada de la omnímoda voluntad del autoasumido depositario de la voluntad popular, anula la expresión mayoritaria que se manifiesta por el cambio, que rechaza la corrupción y se expresa de manera decidida contra el oprobio de diez años de desgobierno, de irresponsabilidad gubernamental manifiesta, de reiteradas tropelías y de incalificables abusos.

Este domingo se demostró, de modo fehaciente, hasta dónde puede llegar la ambición de conservar el poder, hasta lo que está dispuesto a hacer el Gobierno con tal de cubrir a sus principales funcionarios frente al clamor mayoritario de pedirles cuentas, y exigirles que demuestren el origen de sus voluminosas fortunas y de sus exquisitos modos de vida.

Se dispone, desde la cabeza, lo que debe hacer el CNE, y su titular sale expedita y apresuradamente a difundir los resultados luego de haberse conocido la información de las encuestas a boca de urna que dieron el triunfo al candidato opositor, pese a ser público y notorio que la reacción del postulante oficialista demostraba una clara actitud de resignación frente a su inocultable derrota. Basta observar el reportaje televisivo que difundió la celebración de las huestes correístas en el hotel Quito, en el que se vio a escasos partidarios que se retiraban de esas instalaciones apenas diez minutos luego de iniciado el acto, para llegar a esa conclusión.

El Gobierno está jugando con la paciencia del pueblo ecuatoriano. Desconoce la autoridad que tiene su decisión, y utiliza cualquier subterfugio para pisotear su libre y soberana determinación.

Ojalá esta irracionalidad no desate consecuencias dolorosas.

colaboradores@granasa.com.ec