Efecto. Manifestantes en Malta piden la renuncia del premier por el caso.

David Cameron divulga sus impuestos

David Cameron se convirtió ayer en el primer jefe de gobierno británico que publica su declaración de impuestos, en un intento de recuperar la iniciativa en el escándalo de los ‘Papeles de Panamá’, que confiesa haber gestionado mal.

El primer ministro conservador anunció asimismo la creación de un “grupo de trabajo” con los mejores expertos de la lucha contra el blanqueo de dinero y la evasión fiscal para investigar las revelaciones.

El objetivo es demostrar que nunca intentó eludir al fisco, tras confesar tardíamente, la noche del jueves, que tuvo hasta el 2010 participaciones en una sociedad offshore de su padre Ian, ya fallecido, con sede en las Bahamas. Cameron vendió sus acciones en enero de 2010 por 30.000 libras esterlinas ( $ 42.000), unos meses antes de asumir el cargo de premier. En 2014/15 pagó 76.000 libras de impuestos sobre una renta de más de 200.000 libras.

Cameron afirma tener como ingresos su salario de primer ministro y el alquiler de la casa familiar en Londres, que fue de 46.899 libras en ese ejercicio.

Los años precedentes también había declarado 300.000 libras recibidas en herencia de su padre, así como dos donaciones de su madre de 100.000 libras cada una. Este exalumno de Oxford y del prestigioso colegio de Eton ha sido acusado con frecuencia de elitismo.

“Sé que debería haber gestionado mejor este asunto... No culpen a mis asesores”, dijo el sábado refiriéndose a los miles de documentos filtrados del bufete de abogados panameño Mossack Mossack.

En París, la sede del banco francés Société Générale, citados en los papeles por haber abierto cerca de 1.000 sociedades offshore vía Mossack Fonseca, fue registrado el martes pasado por agentes de la oficina central de lucha contra las infracciones financieras y fiscales, informó ayer una fuente judicial.

En Malta, miles de personas llenaron una plaza en la capital, La Valeta, y exigieron la renuncia del primer ministro Joseph Muscat después de que las filtraciones indicaron que dos de sus aliados políticos tenían cuentas offshore. AFP

David Cameron se convirtió ayer en el primer jefe de gobierno británico que publica su declaración de impuestos, en un intento de recuperar la iniciativa en el escándalo de los ‘Papeles de Panamá’, que confiesa haber gestionado mal.

El primer ministro conservador anunció asimismo la creación de un “grupo de trabajo” con los mejores expertos de la lucha contra el blanqueo de dinero y la evasión fiscal para investigar las revelaciones.

El objetivo es demostrar que nunca intentó eludir al fisco, tras confesar tardíamente, la noche del jueves, que tuvo hasta el 2010 participaciones en una sociedad offshore de su padre Ian, ya fallecido, con sede en las Bahamas. Cameron vendió sus acciones en enero de 2010 por 30.000 libras esterlinas ( $ 42.000), unos meses antes de asumir el cargo de premier. En 2014/15 pagó 76.000 libras de impuestos sobre una renta de más de 200.000 libras.

Cameron afirma tener como ingresos su salario de primer ministro y el alquiler de la casa familiar en Londres, que fue de 46.899 libras en ese ejercicio.

Los años precedentes también había declarado 300.000 libras recibidas en herencia de su padre, así como dos donaciones de su madre de 100.000 libras cada una. Este exalumno de Oxford y del prestigioso colegio de Eton ha sido acusado con frecuencia de elitismo.

“Sé que debería haber gestionado mejor este asunto... No culpen a mis asesores”, dijo el sábado refiriéndose a los miles de documentos filtrados del bufete de abogados panameño Mossack Mossack.

En París, la sede del banco francés Société Générale, citados en los papeles por haber abierto cerca de 1.000 sociedades offshore vía Mossack Fonseca, fue registrado el martes pasado por agentes de la oficina central de lucha contra las infracciones financieras y fiscales, informó ayer una fuente judicial.

En Malta, miles de personas llenaron una plaza en la capital, La Valeta, y exigieron la renuncia del primer ministro Joseph Muscat después de que las filtraciones indicaron que dos de sus aliados políticos tenían cuentas offshore.