Cumbre Mundial Hambre Cero

En Cuenca se está realizando desde ayer un importante evento planetario: la III Cumbre Mundial Hambre Cero. Convocada por su gobierno provincial, recoge la tendencia general de los países del orbe, que buscan establecer como políticas de Estado la atención al hambre, la pobreza y la desnutrición.

En la actualidad estos problemas tienen presencia e incidencia global. Por eso con razón se dice que atender estas carencias que se traducen en precariedad en las condiciones de vida, especialmente de niños que sufren retrasos en su crecimiento, es una tarea planetaria.

Las Naciones Unidas, la FAO, la OMS, Unicef, etc., en sus estudios señalan que existen millones de niños en los países subdesarrollados que acuden a sus escuelas en situación efectiva de desnutrición, y plantean la necesidad de que los gobiernos, tanto nacionales como subnacionales, se comprometan a diseñar e implementar políticas que tiendan a remediar estos problemas. Ecuador no está al margen de ellos, de ahí que es muy importante que en el país también exista preocupación por la seguridad y la soberanía alimentaria.

Es válido, por lo tanto, el objetivo de un desarrollo sostenible, en el cual las distintas naciones se planteen alcanzar el estado de hambre cero, a través de acciones que pongan fin a esta situación. Aquello implica considerar los más diversos aspectos de la desnutrición, promoviendo la agricultura y también formas de atención destinadas a disminuir la alimentación deficiente en los diferentes países.

Cuatro ejes temáticos tiene esta importante cumbre mundial: los sistemas productivos territoriales para fomentar la producción sostenible y asociativa; la conservación de recursos y servicios ambientales; la comercialización inclusiva; y el consumo y la nutrición. En consecuencia, se discutirá sobre políticas que garanticen el acceso a alimentos saludables, a mejorar la situación nutricional y a fomentar el consumo responsable. También se debatirá sobre gobernanza en el marco de la atención al hambre y la desnutrición, y en todo lo referido a la soberanía alimentaria.

Bueno es que en nuestro país se realice un evento de esta magnitud, pues evidencia que sí existe preocupación por este tipo de problemas, teniendo presente que el miedo que puede generar el narcoterrorismo no tiene por qué copar el escenario nacional y concentrar todas las energías sociales.