
CREO busca un norte
Hoy Guillermo Lasso volverá al país tras dos semanas de freno para retomar las riendas del movimiento.
No hubo plan B. Tras la derrota en las elecciones el movimiento CREO descubrió que no había contemplado el escenario. Hoy buscan un norte: sus máximos líderes sostendrán una reunión la próxima semana para valorar la posición política, su presidente César Monge ha iniciado una gira nacional para medir la temperatura puertas adentro, sus directivas en el país se renovarán en las próximas semanas...
Y mientras el movimiento se vuelca a buscar un rumbo, hay quienes denuncian que lo ha perdido. Wilson Chicaiza, uno de sus legisladores más visibles, anunció que su desadhesión al movimiento que ayudó a fundar estaba prevista para hoy. “Tuvimos resultados nefastos por alianzas inútiles como las de SUMA y Podemos. Y me voy porque me duele que las decisiones del mayor movimiento de oposición estén en manos de una sola persona: (el presidente) César Monge”, descarga Chicaiza en entrevista con EXPRESO.
El ‘qué hacer’ deberá esperar. El denominado tiempo de reflexión al que se ha acogido la formación blanca después de los comicios y que incluye la pausa en la escena pública de su máximo líder, Guillermo Lasso, llegará a su fin el 24 de mayo con la posesión del presidente electo Lenín Moreno.
Y aunque Chicaiza se va, la mayoría de rostros emblemáticos del partido se queda. La cúpula se reunirá la próxima semana para debatir para qué se quedan.
Andrés Páez, binomio de Lasso en las generales, descarta desvincularse del movimiento que representó mientras medita su propio futuro político. “Me tiene sin cuidado la posición política, lo que me interesa es el futuro del país. Y eso lo defenderé siempre en la calle”, asegura Páez en sus primeras declaraciones públicas al respecto. La calle, de hecho, será su propuesta de norte ante la dirigencia del movimiento. “A una dictadura no hay que darle tregua. Es mi posición y la voy a defender en el movimiento”, apunta.
Su corriente no es la más numerosa en el interior del partido. La mayoría de los consultados por este Diario considera que antes de la calle, la renovación empieza casa adentro.
“Lo de Chicaiza es un caso aislado. Pero CREO debe empezar a mirar al futuro político y al futuro electoral”, señala Diego Salgado, voz icónica del movimiento en Pichincha.
Aislado o no, Chicaiza se va señalando debilidades en una estructura interna que en las próximas semanas deberá entrar en fase de renovación.
“El movimiento debe entrar en un periodo de robustecimiento”, considera Raúl Auquilla, uno de los tres legisladores reelectos por CREO. Auquilla, quien podría aspirar a la dirigencia en su natal Loja, cree que la renovación de las cabezas provinciales puede refrescar al movimiento.
Puertas afuera, CREO está por sostener su primera prueba de fuego como cabeza de una alianza con SUMA y movimientos locales que significó 34 curules en la Asamblea. La nominación de un postulante al Consejo de Administración Legislativa y el jefe de bloque, podría convertirse en un inicial (simple pero simbólico) desgaste si CREO no cede espacios a sus aliados. “Ya hemos cedido demasiado. Los aliados deben comprender que CREO dio más de lo que correspondía antes de las elecciones. Ya no más”, justifica, fuera de grabadora, uno de los 34 electos.
Fuera de estos dilemas, el movimiento traza un plan de acción, describe el presidente Monge: concentrarse en el bloque legislativo, escuchar a las bases en una gira nacional, renovar a sus cabezas y, sobre todo, aguardar el regreso de Lasso, este fin de semana, al país. Está previsto que el líder de la formación retome las riendas con una agenda hiperactiva.