El credito del FMI no exige al pais un programa de ajuste

Ecuador acude en busca de ayuda al FMI pero sin condicionamientos. La herramienta a la que ha recurrido el país, ante eventualidades transitorias, no exige que el organismo internacional imponga un programa de ajuste al país a cambio de la financiación. Así se lo ofreció el FMI a Ecuador, tras el terremoto, y así lo aceptó el país.

“Incluso el Fondo Monetario (FMI) nos ha ofrecido financiamiento sin condicionalidad. Yo conozco ciertos analistas que van a tener euforia con que vamos a recibir financiamiento del Fondo pero sin ajustes, sin condicionalidad”, comentó el presidente Rafael Correa en su última sabatina, tras conocer el ofrecimiento del organismo, cuya cuantía no se ha concretado.

Ni el Gobierno ha aclarado cuánto recibiría ni el FMI, consultado por EXPRESO por el monto, la tasa de interés, el plazo de pago y el plazo de llegada de la ayuda, han concretado nada sobre las condiciones más allá de confirmar que la solicitud está “en discusión”.

Lo que sí se sabe es que el Instrumento de Financiamiento Rápido, como se llama la línea de crédito, establece unos montos máximos en función de la cuota del país en el FMI. Y esa cantidad rondaría los 368 millones de dólares, según los cálculos de Reuters. Además, el país deberá devolver lo obtenido por esta línea de crédito en un plazo que va desde tres años y un trimestre a cinco años, de acuerdo con las especificaciones del IFR. Esta herramienta se creó para ayudar a países que enfrentan una coyuntura de dificultad, ya sea por desastres naturales, como por el shock de la caída de precios en las materias primas.

Aunque no hace falta someterse a un programa completo de ajuste, delineado por el FMI, este organismo sí podría solicitar a Ecuador que adoptara algunas medidas de ajuste antes de entregar la ayuda.

El presidente Correa estimó que la reconstrucción de la zona afectada por el terremoto costaría en torno a 3.000 millones, y el país mantiene activo un crédito de emergencia con los multilaterales por unos $ 600 millones. A lo que se añadiría ahora la ayuda del FMI.