Preparación. Uno de los cocineros usa paletas ardientes para girar la corvina sin que esta se deshaga.

La corvina asada tiene su casa en la ciudadela Los Samanes

10 dólares es el costo de las corvinas asadas; el resto del menú promedia los 7 dólares.

El pescado frito constituye un hito en la historia de la gastronomía guayaquileña. Lo consumen los estibadores, empresarios, niños y ancianos por igual. Su sencilla preparación pero compleja sazón encierra décadas de perfeccionamiento.

Andrés Segovia (60), es un hombre devoto a esta tradición y aquella fue la razón principal que lo incentivó a inaugurar ‘La Casa de la Corvina’, restaurante ubicado en Los Samanes 4 (calle 20 - villa 413 - solar 24).

Andrés no es un novato en el negocio de comidas. Desde hace una década, ha administrado 7 establecimientos en diferentes puntos de la ciudad.

Lo que distingue a ‘La Casa de la Corvina’ del resto de la competencia, sin embargo, es la enorme variedad de platillos que se muestran en su menú, mismo que incluye desde cortes de carne, encocados y hasta sudados.

Pero la estrella de la casa, es sin duda la corvina asada. Según Andrés esto se debe a que la técnica de asado al carbón le da un sabor más delicado y menos grasoso que la versión frita que absorbe aceite.

Otra de las características que destaca es la presentación de sus platillos. Él resalta que “el primer bocado se lo da con la mirada”, por lo que trata de dar un aspecto vistoso a su menú.

Las paredes del local están tapizadas con las fotografías de diversas figuras públicas que han acudido hasta el lugar en busca de su singular sabor.

El local abre todos los días desde las 17:00 hasta las 23:00, sin interrupciones. DEMO