Corrupcion: el problema

Todo el mundo viene quejándose de la corrupción en Latinoamérica, y en nuestro país se ha ido evidenciando el enorme monstruo que ha ido tragándose los recursos públicos. Hace pocos días un grupo de investigadores de Incae Business School publicó un estudio profundo sobre el impacto y consecuencias de la corrupción en nuestra región, así como las soluciones propuestas. El tema de la corrupción es de tal magnitud, que por ejemplo el 51 % de los mexicanos declaró haber pagado un soborno por algún servicio público en 2017, siendo la respuesta promedio de la región el 29 %. De las 180 naciones sobre las que se tienen datos, la posición promedio de los países de la región es 104, siendo las peores las de Venezuela 157, y Haití 163. El estudio concluye contundentemente que no existe una sola nación desarrollada (PIB per cápita sobre $40.000) que tenga altos niveles de corrupción, y desde luego, los países más pobres son los más corruptos. Lo anterior se evidencia por la alta correlación, 0.83, entre la transparencia y la prosperidad. Ya en números, la magnitud es tan descomunal, que equivale al 5 % del PIB de nuestros países; entonces no extraña que seamos de las regiones con mayor concentración de riqueza del planeta: los pillos se están llevando el 5% de todo lo que producimos cada año. Lo anterior equivaldría a que se pueda alimentar con 3 comidas diarias a 280 millones de personas cada año, o dar techo digno a 14 millones de familias; unos 50 millones de personas, es decir a una población equivalente a la de Colombia.

Si pudiéramos reducir a la mitad la corrupción en la región, podríamos acabar con la pobreza extrema, y ofrecer atención médica preventiva a todos los latinoamericanos.

Si somos conscientes de las consecuencias tangibles que la corrupción provoca, concluiríamos que este es el problema más serio por resolver. Pero cuidado con desenfocarnos de la realidad y engañarnos, este no es un problema del sector público exclusivamente, porque para bailar tango se necesitan dos. Veamos la próxima semana qué recomienda el estudio, y qué se puede instrumentar.