El Cordicom no aclara el alcance intercultural

Ni confirma ni desmiente. El Cordicom, organismo encargado de dictar las líneas y políticas comunicacionales sobre las cuales la Supercom sustenta su última sanción a EXPRESO, simplemente no contesta.

El presidente del Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación (Cordicom), Patricio Zambrano, quien en principio había accedido a una entrevista con este Diario para aclarar con voz propia la discrepancia o no con la Supercom sobre la interculturalidad, terminó por evitar un pronunciamiento. El pedido de este medio no fue atendido luego de 12 llamadas, mensajes de texto y de audio y promesas de devolver el contacto.

Su criterio no es menor en el asunto. Iniciado el debate sobre la cosmovisión de los pueblos y nacionalidades, cuyos protagonistas pidieron ayer en estas páginas no seguir figurando como “postales”, sino ser involucrados en los temas nacionales para evitar la amenaza del puro folclor (o ‘folcklore’, como prefiere la Supercom), la postura oficial del Cordicom y de Zambrano, delegado del presidente en el organismo que fijó estos parámetros, resulta entonces necesaria. Pero sigue ausente.

El presidente del Cordicom pactó con este Diario una entrevista incumplida. Su versión, que se había prometido vía telefónica, no pudo, sin embargo, concretarse. Zambrano, según sus asistentes, “dejó olvidado el teléfono” y, a la hora acordada, tuvo que salir. El episodio del celular abandonado se repitió en tres ocasiones, durante los últimos dos días: por “una emergencia”, una “reunión” y un motivo indeterminado, según dijeron a este medio los asistentes, que sí respondieron en el número personal de Zambrano. Una consulta vía texto y un mensaje de voz en la grabadora del despacho tampoco fueron contestados.

Precisamente, la primera pregunta prevista para la entrevista frustrada con Zambrano buscaba aclarar si, como aduce la Supercom en su réplica impuesta, mantienen “plena coincidencia”. De momento, la Supercom sigue sola en eso.

Las dudas van más allá. Se centran, sobre todo, en los conceptos y concepciones que dan pie a este debate: ¿cómo se aplica al periodismo la cosmovisión de los pueblos interculturales? ¿Se puede limitar?

Como consta, la decisión del Cordicom de mantenerse en silencio deja estas dudas en puntos suspensivos. Pero aun sin respuestas, Diario EXPRESO deja por sentado su listado de preguntas:

- ¿Han emitido alguna comunicación que manifieste su “plena coincidencia” con la Supercom? ¿Tiene relación con la sanción a este medio?

- ¿Concuerda con los argumentos de la Supercom, que se escuda en los principios que ustedes dictan, para multar a este Diario con la excusa de la interculturalidad?

- ¿El objetivo de obligar a publicar contenidos interculturales no es para combatir la discriminación?

- ¿No le parece discriminatorio invalidar la expresión de los pueblos en el campo político, económico y otros?

- ¿Puede confirmar que en Ecuador existe un límite particular a lo que es la concepción universal de la cosmovisión?

- ¿Entiende también usted que cosmovisión es folclor?

- ¿Cómo hay que producir una noticia sobre el arroz y maíz, ya en sí mismos patrimonio alimentario, para que sea intercultural?

- ¿Por qué esa noticia sobre arroz y maíz publicada por EXPRESO no contribuye a “coadyuvar” el fortalecimiento del patrimonio alimentario?

- ¿Le parece que Julio Jaramillo es un producto comercial de las disqueras o un orgullo nacional que ha marcado una cultura popular?

- ¿Cómo debería entonces ser redactada una nota sobre Julio Jaramillo para ajustarse a su doctrina de “recrear la memoria cultural de los pueblos”?

- ¿Por qué la “promoción de prácticas festivas” es considerada por ustedes como contenido intercultural y la Supercom no contabiliza a EXPRESO como tal una noticia sobre la Fiesta de las Flores y las Frutas?

-¿Está satisfecho con la forma en que la Supercom administra la pauta de comunicación que ustedes definen?