
Corazon de leonas
Las Leonas de Cuenca alcanzaron el sueño que trabajaron durante nueve meses. El bonito trofeo y medallas tenían dueñas.
Salta Deportivo Cuenca a la cancha del Alejandro Serrano Aguilar y desde el borde del campo Wendy Villón, su DT, dice: “Qué hermoso, siempre soñé que podía llegar este momento y lo estoy viviendo, gracias a Dios. El tiempo de Él es perfecto”. Tenía fe, porque 90 minutos después estaba llorando de felicidad al celebrar el título de campeona de la Superliga femenina. Pero las reinas tuvieron su figura y fue Madelín Riera, quien le marcó los dos goles del partido a Ñañas y logró el récord histórico de 44 tantos en una temporada, superando al mismísimo Jaime Iván Kaviedes, quien en 1998 hizo 43.
Antes de comenzar el cotejo las cuencanas se reunieron (titulares y suplentes) para hacer una oración. Eso es ley. El primer tiempo fue de dominio morlaco. Ñañas tuvo solo una oportunidad; mientras que las Leonas del Cuenca, tres. Pero la pelota no entró.
Lo mejor llegó en el segundo tiempo, en el que Madelín Riera selló una participación histórica. Marcó a los minutos 78 y 84 y el estadio en Cuenca se rendía a sus pies.
Las Leonas de Cuenca estaban alcanzando el sueño que trabajaron durante nueve meses. El bonito trofeo y medallas tenían dueñas.
Lágrimas, gritos, festejos y en especial abrazos, mientras se preparaba la entrega de los premios.
Villón no se cansaba de abrazar a sus chicas. Entre esos gestos de hermandad, Tatiana Bermeo, la más pequeña de porte y edad, saludaba a sus familiares que habían ido a verla con un cartelón.
Las chicas de Ñañas no contenían la impotencia de no haber marcado goles. La tristeza invadía sus rostros.
El público las aclamaba y eso es histórico. Nunca antes había pasado que el fútbol de mujeres llenara un estadio.
Familiares de las jugadoras habían llegado desde Guayaquil, Esmeraldas y Quito. Nadie quería perderse el momento de la mejor fiesta del fútbol femenino.
La mayoría de las jugadoras regresaron ayer desde Cuenca a Guayaquil. El festejo hoy seguirá con sus familiares. Son una página dorada del balompié nacional.