Convivir y compartir con la vejez

Las sociedades nunca permanecen en la infancia ni se congelan en la juventud, haciendo de ellas un mundo sin envejecimiento. La existencia es bio-orgánica, de inicio y fin. También es social. Por eso, en algún momento, los hombres y mujeres envejecen. Esto significa que todos los pueblos del planeta tienen y deben aprender a convivir con esta situación.

Algunas sociedades premodernas (incluso modernas) tienen reglas y normas básicas que educan a la colectividad y a los jóvenes para oír, respetar y valorar a los “viejos”. El transitar de los tiempos enseña que detrás de ellos no solo hay canas, paso lento y algunas molestias que llegan con el caer de los años. Saben que ellos portan experiencia acumulada, hecha “sabiduría”.

Por eso es importante que la humanidad, a través de la ONU, haya declarado el 15 de junio como el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. Así, esta reconoce que ellos, con su trabajo y esfuerzo cotidiano, aportaron a la economía, ciencia, cultura, tecnología, etc.

Es clásica una foto que circula por el mundo, del creador de la teoría de la relatividad. Se lo ve envejecido y con cabello canoso. Sin embargo, es respetado y admirado por la humanidad. Esa proyección de valoración y consideración hacia el científico alemán es la que la ONU recomienda que se tenga hacia hombres y mujeres que por el transitar de los años hoy son de la tercera edad.

La sociedad, las escuelas, maestros y padres de familia deben inducir a que estudiantes e hijos tomen conciencia sobre el abuso y maltrato a los ancianos. Que aprendan que ellos son la reserva de la sapiencia que ha acumulado el país y la ciudad. El Ecuador, según el censo (2010) tiene 1’341.664 hombres y mujeres de la tercera edad (9,3 % de la población total). Guayas tiene 314.129 integrantes de la tercera edad (8,8 % del total provincial).

Las políticas inadecuadas hacia la vejez deben cambiar urgentemente por una renovada actitud de jóvenes y adultos hacia los mayores.

Que este día sirva para que se comprenda cuán importantes son esos hombres, que con sus canas y pasos pausados ayer dieron mucho para el país y la ciudad. Para ellos, respecto, admiración y sobre todo, no abusarlos ni maltratarlos.

Que este día sea de práctica de respeto hacia los ancianos.