Los restos dejados en el sitio son en su mayoría madera vieja y ramas.

El contraste de un botadero al pie del estero

El espacio que los moradores pensaban sería la continuación de un parque lineal se encuentra amontonado de basura. Ramas, palos, restos de construcción y muebles viejos, encabezan la lista de desechos que permanecían en el sitio la mañana de ayer.

El espacio que los moradores pensaban sería la continuación de un parque lineal se encuentra amontonado de basura. Ramas, palos, restos de construcción y muebles viejos, encabezan la lista de desechos que permanecían en el sitio la mañana de ayer.

En la 8ª y la Ch, el sitio tiene contrastes: de un lado la plaza Cívica Cristo del Consuelo, donde vecinos practican bailoterapia; y del otro, construcciones grises y de caña que parecen hundirse en el estero. Y en medio de ambos, el botadero, unos 50 metros con desechos de todo tipo.

El sitio es una parte de la ribera que no ha sido intervenido aún con la construcción de los parques lineales que contrató el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) para contribuir a la recuperación del estero Salado y con ello mejorar la calidad de vida del sector.

Ese lugar, aún sucio y contaminado, se ubica junto a la estación de Visolit, empresa contratada por el Municipio porteño para limpiar el espejo de agua. Ayer, mientras una cuadrilla de obreros depositaba la basura en contenedores, a pocos metros un hombre en un triciclo dejaba desechos en la vereda.

Algunos metros más adelante el parque lineal contrasta la situación: no hay camas viejas ni puertas desbaratadas, ni aves alimentándose de los desechos orgánicos regados. En ese espacio los niños se ejercitan y juegan en las instalaciones infantiles. La diferencia está marcada. Mientras en un sector el césped reverdece, en el otro, el ambiente hiede.

Shirley Rodríguez habita en la 10ª y la E, frente al parque; no se asombra de los montículos de basura que ocupan un espacio de la calzada, porque está segura que el recolector se lo llevará minutos más tarde (llega los lunes, miércoles y viernes, aseguró), pero sí le preocupa cuando llueve, porque el nivel del agua sube y allí “vienen las enfermedades”, dijo y agregó que el sector ha mejorado con el parque.

“Esta situación es grave porque por más mingas y trabajos que se realicen la gente sigue descargando junto al estero, cuando sube la marea esta basura se va hacia el estero”, comenta Xavier Salgado, de la agrupación Medioambiente Sustentable, en referencia a que el sábado anterior se realizó por ese sector una jornada de limpieza, específicamente en la 16 y la M.

El activista opina que las limpiezas deben ser continuas, y el sector vigilado. Además se debería continuar el proceso de reubicación de las familias que viven al pie del estero para evitar las descargas directas, en muchos de los casos, dijo. KSG