Consulta popular

los primeros días del nuevo año estamos llamados a reformar la Constitución. Comparto con ustedes mis primeras reflexiones.

Pregunta uno: ¿Está usted de acuerdo con que se enmiende la Constitución de la República del Ecuador, para que sancione a toda persona condenada por actos de corrupción con su inhabilidad para participar en la vida política del país, y con la pérdida de sus bienes?

Una de las preguntas más peligrosas de la consulta es esta. Me explico: hemos estado llenos de corrupción y entre el Estado de propaganda de los últimos años y el secuestro de la justicia por partidos políticos en nuestra vida republicana, se han perpetrado algunas injusticias. Por otro lado, con una Asamblea como esta, sin fiscalización, sin juicios políticos, etc., ¿podemos decir que estamos listos para sancionar políticamente a alguien si con las herramientas que contamos hoy no lo hemos logrado?

Pregunta dos: Para garantizar el principio de alternabilidad, ¿está usted de acuerdo con enmendar la Constitución de la República del Ecuador para que todas las autoridades de elección popular puedan ser reelectas por una sola vez para el mismo cargo, recuperando el mandato de la Constitución de Montecristi y dejando sin efecto la reelección indefinida aprobada mediante enmienda por la Asamblea Nacional el 3 de diciembre de 2015?

En cambio, esta es una de las preguntas menos complejas de responder. En estas circunstancias, el Ecuador tiene muy poquitos políticos maduros técnica y emocionalmente que nos puedan en algo garantizar que se desprenderán del poder. Además, más de allá de nuestra realidad, no hay nada más peligroso para la democracia que la perpetuidad y concentración de poder.

¿Cuántos presos políticos tenemos ahora? ¿Cuántos abusadores de poder están impunes? ¿Cuántos corruptos viven en mansiones y son señalados en las calles? Muchos. ¿De qué nos puede servir votar con un Sí la pregunta uno si con lo que tenemos no se hace justicia?

Eso sí, el Sí de la pregunta dos es urgente y necesario.