Constitucion de un fideicomiso

La solidaridad del pueblo ecuatoriano, expresada elocuentemente después de la tragedia que soportan varias ciudades como corolario del terremoto del 16 de abril, no debe caer en el vacío, porque ha permitido que el mundo sepa que somos amantes de la confraternidad y de la hermandad. Pero la solidaridad conlleva la irrenunciable tarea que nos compete a todos, para empezar “ya” la tarea de la reconstrucción. Reconstruir la zona afectada exige una absoluta serenidad y ecuanimidad, para que se tomen las medidas, de toda naturaleza, de manera acertada y no tener mañana que lamentar resultados negativos como consecuencia de haber actuado precipitadamente, en vista de las circunstancias del momento. Con este propósito, en primer lugar hay que considerar que la ayuda que se le está brindando al Ecuador proviene tanto de nosotros -los que vivimos en el país-, como de personas e instituciones de países amigos. Las donaciones y las entregas que se han hecho y que continuarán haciéndose, deberían ser manejadas con trasparencia y con limpieza, para que no haya la menor posibilidad de sospecha de que esos fondos se administraron arbitraria o indebidamente. Quienes hacen esas donaciones de manera solidaria tienen pleno derecho para exigir que lo que ellos donen sea destinado exclusivamente a la reconstrucción de las zonas afectadas. Dadas estas condiciones debería estudiarse la conveniencia de que las donaciones de carácter privado sean gestionadas por un fideicomiso serio, responsable y ajustado en todo a las leyes. No cabe proponer siquiera que el fideicomiso se haga cargo del manejo de las recaudaciones provenientes de los impuestos que van a crearse, porque esa es una obligación del Estado. Asimismo, de acuerdo con la Constitución y las leyes, el organismo encargado de fiscalizar, de controlar, de supervisar los manejos de tales impuestos es la Contraloría General del Estado y no la Asamblea Nacional como se pretende legislar. Es obligación de los ecuatorianos coadyuvar modesta, pero sinceramente, con sugerencias que permitan pensar en una real reconstrucción de las zonas afectadas.

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