Trabajos. Personal de Interagua acudió después de tres semanas a solucionar el problema a Las Cumbres.

La constancia arreglo la tuberia de Las Cumbres

Fueron tres semanas de llamadas, tuits y oficios antes de que Interagua aparezca. Preocupa el colapso de una alcantarilla.

Todo comenzó hace tres semanas. Una ligera fuga de agua en las uniones del pavimento alertó a los vecinos de Las Cumbres. Al tercer día, la mancha gris oscuro, causada por el concreto mojado, era más grande; al cuarto, burbujas de agua asomaban del pavimento y se unían hasta armar un pequeño riachuelo que avanzaba cuesta abajo por la urbanización. Entonces llamaron a Interagua.

Llamaron, pero no hubo respuesta. Leonardo Álava tuvo una idea. “Tuiteemos”. Y empezó: “Por favor, eviten el desperdicio de agua solucionando este daño. El desperdicio de agua es enorme... Ya va a ser una semana, a pesar de las múltiples llamadas”, escribió el 5 de diciembre. Pero nada.

Continuó con tuits similares el 8, el 9, el 13. Se le unieron a la lucha María Lorena Maridueña y Luis Loaiza. Ya eran tres voces. Siguieron el 15, el 16 y el 17. El 18 de noviembre pasado, llegó la maquinaria. “Casi un mes, y todo porque supuestamente faltaba un permiso para intervenir la calle”, comenta indignado Álava, que un día antes amenazó con “empapelarlos con la prensa”.

Tenían miedo de que por la humedad se forme un socavón en la zona, habitada por unas 500 familias. Ilfn Florsheim, vocera de Interagua contestó el martes a EXPRESO que se trataba de una fuga emergente. Fue solucionada en el transcurso de la tarde, aunque estuvieron sin agua hasta las diez de la noche de ese día.

Pero aún hay un problema, uno incluso más grave y que tiene también un mes sin solución: una alcantarilla que echa aguas negras a borbotones y sin cesar.

Andreína Rivas, funcionaria de la administración de Las Cumbres, explicó que este inconveniente, ubicado en Cumbres Bajas, ocasiona insalubridad, mal olor y preocupación por la salud de los moradores.

La vocera de Interagua explicó que, de acuerdo a las investigaciones que se realizaron en el sitio, el rebosamiento se debe a un daño en el colector de 300 mm a la altura de la calle Sexta de Mapasingue.

“Ahora se están concluyendo los estudios y diseños para el cambio de 80 metros de tubería con el sistema de Pipe Bursting (reparación sin zanja) que permitirá dar una pronta solución sin tener que romper la calle”, adelantó.

Los trabajos empezarán una vez que estén listos los diseños, “en el menor tiempo posible”. BIMP