La consejeria estudiantil se enfoca en la lucha antidrogas

El personal de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE) trabaja, desde hace muchos años, en las instituciones educativas para ayudar a niños y jóvenes con problemas de desarrollo de personalidad, violencia intrafamiliar, acoso escolar, entre

El personal de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE) trabaja, desde hace muchos años, en las instituciones educativas para ayudar a niños y jóvenes con problemas de desarrollo de personalidad, violencia intrafamiliar, acoso escolar, entre otros. Hoy esos funcionarios del Ministerio de Educación tienen una nueva misión: prevenir y detectar el consumo y expendio de drogas entre el alumnado.

María Verónica Morales, directora zonal de Educación Especializada e Inclusiva, señala que la consolidación de esas dependencias para el tema de drogas inició el año pasado.

“Tuvimos que fortalecer los DECE. Esto significaba poder proveer con un profesional, psicólogo clínico, psicólogo educativo a todas las instituciones que superaban en alumnado a los mil estudiantes”, explicó.

Uno de los objetivos es que este personal especializado dicte constantes charlas a maestros, estudiantes y padres para que estén enterados sobre los caminos que pueden tomar si descubren que sus hijos, alumnos o amigos son consumidores o vendedores de estas sustancias.

“Hay una ruta para cada caso y es importante que se conozca, no solamente por los profesionales de consejería estudiantil, que son las primeras personas que se llama cuando hay estos casos. Estos son detectados también por los docentes y puede ser en el aula, en el recreo, en cualquier instancia de la unidad educativa”, puntualizó.

Andrés de la Vega, subsecretario general de la Secretaría Técnica de Drogas (Seted) explica que en este proceso intervienen tres ministerios: Educación, Salud e Interior.

El plan a seguir es que si un maestro o estudiante sospecha que existe algún caso de consumo o expendio dentro de un plantel, alerte inmediatamente al personal del DECE, que se encargará de evaluar la situación. Con esos resultados, el especialista decidirá si el caso amerita una derivación al sistema de Salud por consumo de drogas o al ministerio del Interior por venta de estupefacientes.

“Los adolescentes son los que más se han llegado a afectar por este tipo de cosas (consumo y expendio), por eso nuestra energía enfocada en los jóvenes, pero recordemos que no es que ellos manejan redes de microtráfico, ellos si es que de alguna forma se involucran pueden llegar a ser el último eslabón de este proceso y por eso es muy importante fortalecer la capacidad de las instituciones educativas”, señala de la Vega.

Según datos de la Unidad Antinarcóticos de la Zona 8, en el primer semestre de este año se han incautado 3,6 kilos de cocaína, 219 kilos de marihuana y 8,2 kilos de heroína en 341 operativos realizados en los exteriores de instituciones educativas de Guayaquil, Durán y Samborondón (ver gráfico). Fueron aislados 44 menores de edad por presuntamente formar parte de estas redes.

Para proteger el nuevo trabajo del personal de los DECE, el viceministro del Interior, Diego Fuentes, señaló que “en el caso de que ellos conozcan alertas en donde podría su propia seguridad verse afectada, inmediatamente la policía también tiene un componente para brindarles seguridad”.

El personal de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE) trabaja, desde hace muchos años, en las instituciones educativas para ayudar a niños y jóvenes con problemas de desarrollo de personalidad, violencia intrafamiliar, acoso escolar, entre otros. Hoy esos funcionarios del Ministerio de Educación tienen una nueva misión: prevenir y detectar el consumo y expendio de drogas entre el alumnado.

María Verónica Morales, directora zonal de Educación Especializada e Inclusiva, señala que la consolidación de esas dependencias para el tema de drogas inició el año pasado.

“Tuvimos que fortalecer los DECE. Esto significaba poder proveer con un profesional, psicólogo clínico, psicólogo educativo a todas las instituciones que superaban en alumnado a los mil estudiantes”, explicó.

Uno de los objetivos es que este personal especializado dicte constantes charlas a maestros, estudiantes y padres para que estén enterados sobre los caminos que pueden tomar si descubren que sus hijos, alumnos o amigos son consumidores o vendedores de estas sustancias.

“Hay una ruta para cada caso y es importante que se conozca, no solamente por los profesionales de consejería estudiantil, que son las primeras personas que se llama cuando hay estos casos. Estos son detectados también por los docentes y puede ser en el aula, en el recreo, en cualquier instancia de la unidad educativa”, puntualizó.

Andrés de la Vega, subsecretario general de la Secretaría Técnica de Drogas (Seted) explica que en este proceso intervienen tres ministerios: Educación, Salud e Interior.

El plan a seguir es que si un maestro o estudiante sospecha que existe algún caso de consumo o expendio dentro de un plantel, alerte inmediatamente al personal del DECE, que se encargará de evaluar la situación. Con esos resultados, el especialista decidirá si el caso amerita una derivación al sistema de Salud por consumo de drogas o al ministerio del Interior por venta de estupefacientes.

“Los adolescentes son los que más se han llegado a afectar por este tipo de cosas (consumo y expendio), por eso nuestra energía enfocada en los jóvenes, pero recordemos que no es que ellos manejan redes de microtráfico, ellos si es que de alguna forma se involucran pueden llegar a ser el último eslabón de este proceso y por eso es muy importante fortalecer la capacidad de las instituciones educativas”, señala de la Vega.

Según datos de la Unidad Antinarcóticos de la Zona 8, en el primer semestre de este año se han incautado 3,6 kilos de cocaína, 219 kilos de marihuana y 8,2 kilos de heroína en 341 operativos realizados en los exteriores de instituciones educativas de Guayaquil, Durán y Samborondón (ver gráfico). Fueron aislados 44 menores de edad por presuntamente formar parte de estas redes.

Para proteger el nuevo trabajo del personal de los DECE, el viceministro del Interior, Diego Fuentes, señaló que “en el caso de que ellos conozcan alertas en donde podría su propia seguridad verse afectada, inmediatamente la policía también tiene un componente para brindarles seguridad”.