Autoridad. El superintendente Carlos Ochoa, cuando dictó sentencia.

La condena mundial a la Supercom no cesa

Las censuras contra la Superintendencia de Comunicación, tras su inédita sentencia contra siete medios independientes ecuatorianos por no publicar el reporte de un medio argentino, se incrementan con el paso de los días.

Desde Washington hasta Buenos Aires. Las censuras contra la Superintendencia de Comunicación, tras su inédita sentencia contra siete medios independientes ecuatorianos por no publicar el reporte de un medio argentino, se incrementan con el paso de los días.

Esta vez fue el turno de Freedom House, organización no gubernamental que desde hace más de siete décadas vela por las libertades civiles en el mundo. Su informe anual consideró sobre Ecuador que este sigue siendo uno de los países “menos libres” para la prensa en el mundo. Y puso énfasis en la posibilidad de mayor independencia editorial si cambiaba el signo del Gobierno en las elecciones, pero el ganador fue el oficialista Lenín Moreno, señala la agrupación.

En la punta sur de América, la Asociación de Entidades Periodísticas de Argentina calificó como “un mal precedente para la libertad de expresión esta clase de sanciones”, pues “la obligación a los medios de comunicación de publicar o difundir determinadas informaciones es tan grave como la prohibición de hacerlo”, se lee en el comunicado.

La asociación, con sede en el mismo país de Página 12, el medio que publicó el reporte contra Guillermo Lasso durante la campaña electoral, “considera que la Supercom actúa políticamente al emitir un fallo sin lógica jurídica, violatorio de todos los preceptos constitucionales y de los tratados internacionales”.