esta semana empezó con la firma del Acuerdo de Paz, que llega a Colombia después de muchos años de un conflicto armado y de profundas heridas que se sienten aún en las familias colombianas. Paradójicamente, esta misma semana las redes sociales nos han dado a conocer las declaraciones del hijo de Pablo Escobar, a propósito de la serie que sobre la vida de este líder del narcotráfico, se transmite por internet. Cabe recordar que el narcotráfico a partir de los ochenta empezó a tener una gran influencia en el conflicto armado de Colombia.

Estos dos hechos en una misma semana son un llamado de atención a la sociedad, ya que tan importante como avanzar en procesos de paz de conflictos abiertos, es prevenirlos y establecer con claridad valores sólidos en la sociedad en la que vivimos.

La preocupación del hijo de Escobar, al referirse a la serie, nos llega a todos ya que en ella se denuncia que se “está inculcando una cultura en la que parece que ser narcotraficante es cool”, manifestando adicionalmente “...me están escribiendo jóvenes de todo el mundo que me dicen que quieren ser narcos y me piden ayuda”.

En los últimos años las series y novelas que se difunden por cualquier medio han tomado un giro diferente. La trama se centra en actividades que riñen con la moral; estamos viviendo épocas en que parecería que existe una exaltación de mundos polémicos, como la trata de blancas, el narcotráfico, la prostitución, etc., donde el rol de los protagonistas es muy ambiguo, frente a televidentes que muchas veces no tienen la madurez suficiente para observar si las acciones de esos protagonistas (que han generado una empatía con el público) son buenas o malas, flexibilizando los principios básicos de moralidad y convivencia.

Importantes lecciones que comprometen no solo a quienes, como en el caso de Colombia, han avanzado en los pasos necesarios para superar su conflicto, sino a todos: un compromiso de construcción de principios sólidos en una época en la que la cultura, la información y la forma de construcción de los valores de una sociedad han cambiado tanto.

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