Referencial. $ 49 millones fue el saldo a favor de la balanza comercial de Ecuador, entre enero y mayo.

El comercio exterior se desacelero en 2019

Tanto importaciones como exportaciones crecen a menor ritmo en este año. La guerra comercial es un factor.

Más ventas que compras. Entre enero y mayo de este año, la balanza comercial total para Ecuador dejó un saldo positivo. Es decir, Ecuador le vendió más a los países del mundo de lo que les compró, según el último reporte del Banco Central del Ecuador (BCE).

El saldo a favor para Ecuador fue de $ 49 millones, entre enero y mayo de 2019. No obstante, la cifra se ha ido achicando.

En el mismo período del año pasado la cifra fue $ 197 millones y en 2017 el monto alcanzó los $ 788 millones.

Los datos publicados por el BCE también dan cuenta de un crecimiento más lento, tanto de las exportaciones como de las importaciones. En los primeros cinco meses del año, las exportaciones crecieron 3,1 %, mientras que las importaciones lo hicieron a un ritmo del 4,8 %.

Mientras que el mismo lapso del año pasado, las importaciones y las exportaciones crecieron 23,5 % y 13,7 %, respectivamente.

¿Cuáles son los factores para un crecimiento débil del comercio? En términos generales causas externas, según el presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportaciones (Fedexpor), Daniel Legarda.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China, que se ha traducido en aranceles, la incertidumbre del brexit, entre otros factores, han hecho que el intercambio comercial global se vea afectado.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó ayer sus perspectivas de crecimiento global. Según el Fondo, los datos sobre el Producto Interno Bruto (PIB) en lo que va del año, sumados a una moderación general de la inflación, apuntan a una actividad mundial más débil de lo previsto.

“Específicamente, los países no deberían usar los aranceles para actuar sobre las balanzas comerciales bilaterales”, dijo el organismo ayer.

La situación, según Legarda, ha afectado el precio de algunos productos, como el del banano o camarón. Esa guerra de precios, según el analista José Orellana Giler, ha afectado los envíos de camarón y banano ecuatoriano en mercados como el de la Unión Europea (UE).

En términos generales en materia comercial, para el segundo semestre del año, se prevé que las cosas no mejoren, dice Orellana, tomando en cuenta que se prevé que el precio del petróleo para el segundo semestre no mejorará.

Mientras que el banano mantendrá en los costos bajos para la segunda parte de 2019, sobre todo en la UE. La otra cara de la moneda es el cacao. El costo de esta materia prima ha mantenido precios altos.

A pesar de que la mayoría de los factores que afectan al intercambio comercial son externos, la competitividad sigue siendo un tema pendiente para afrontar el escenario mundial actual de mejor manera, dijo el representante de Fedexpor.

Si se desglosan los datos de comercio exterior, la balanza comercial petrolera es negativa en $ 226 millones. En términos globales, la venta petrolera ha aportado a la balanza comercial gracias al precio del petróleo que se ha mantenido por encima de los $ 50 el barril.

Proyección

Un precio menor del petróleo

El año pasado el precio del crudo ecuatoriano promedió los $ 60,4. En abril 2019, el FMI estimaba que el crudo caería 13,4 % con relación a 2018 (a $ 52,3 el barril). En el informe publicado ayer, el organismo actualizó la cifra y estima que el costo del crudo ecuatoriano caerá 4,1 % (a $ 58 el barril).

Ayer, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió un 1 % y cerró en $ 56,77 el barril, entre expectativas de que haya un descenso en las reservas semanales de crudo y de que EE.UU. retome pronto la negociación comercial con China.

La jornada de ayer fue irregular, pero presionó al alza hacia el final de la jornada la expectativa de que mañana el Gobierno divulgue una reducción en las reservas semanales de 4,4 millones de barriles, de acuerdo a la firma S&P Global Platts.

Parecen disiparse ligeramente las preocupaciones por la creciente tensión en el Golfo Pérsico, después de que el Gobierno iraní asegurara que no busca confrontación.

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