Los siete comerciantes de Portoviejo, damnificados del terremoto del 16 de abril y ahora de un incendio que el domingo pulverizó sus mercaderías, buscan ayuda de las autoridades para hacer frente a las adversidades.

Recibieron la visita del gobernador de Manabí, Xavier Santos; de la ministra de Gestión de Riegos, Susana, Dueñas y están a la espera de un encuentro con el alcalde de Portoviejo, Agustín Casanova, quien ha ofrecido ayudarles a canalizar sus pedidos de asistencia a las autoridades provinciales y gubernamentales.

“Una de las alternativas es la entrega de créditos”, dijo preocupado el dirigente Eduardo Matínez, que intenta ayudar a sus compañeros.

El domingo, el fuego iniciado en un local de la calle Alajuela de Portoviejo, en donde fueron reubicados tras el terremoto del 16 de abril, contaminó a otros seis negocios donde se vendían zapatos, ropa, perfumes, lencería y celulares. Las pérdidas superan los 100.000 dólares y, según los bomberos, existe la posibilidad de que una chispa haya originado las llamas.

Entre los afectados están César Macías y Zoila Cevallos. El primero asegura haber perdido todos los celulares que estaban en venta y la segunda, los 4.000 dólares que había invertido en lencería y otras prendas de vestir, que tenía previsto vender para las fiestas de Navidad y fin de año. Ambos buscan una salida para sus deudas.