
Colegiales, contra el uso ‘antisocial’ del celular
Esta tarea, que la ejecuta junto a 16 presidentas de curso de los segundos y terceros de bachillerato, forma parte de la campaña ‘Batería baja, una barra más cerca de la realidad’.
Hincada junto a la mesa de estudio de un aula de educación básica, Natalie Abboud, estudiante de tercero de bachillerato de la unidad educativa bilingüe Delta, muestra a sus compañeras varios afiches con mensajes que buscan concienciar sobre el uso responsable del teléfono celular.
Esta tarea, que la ejecuta junto a 16 presidentas de curso de los segundos y terceros de bachillerato, forma parte de la campaña ‘Batería baja, una barra más cerca de la realidad’. Tiene como finalidad que los jóvenes y padres de familia tomen conciencia sobre el uso desmedido de las redes sociales a través de los ‘smartphones’ y la tecnología, lo que genera una sociedad desconectada. Para ello recurren a vídeos interactivos, gráficos e infografías.
Andrea Laniado, miembro del Departamento de Comunicación y Proyección Institucional del colegio Delta, que está al frente de la campaña, cuenta que la idea nació porque los directivos del plantel se dieron cuenta de que el uso del celular se había convertido en un distractor en las aulas de clase, un impedimento para las relaciones entre las estudiantes durante el recreo y un problema para la salud humana.
“En recreo hay muchas niñas que en vez de conversar entre ellas y socializar, cada una está mirando sus redes sociales. Mientras que en clases, cuando las maestras pedían el uso del aparato, las estudiantes se ponían a ver vídeos”, comenta Laniado para explicar la importancia de esta campaña para terminar con estos inconvenientes.
‘Batería baja, una barra más cerca de la realidad’ inició hace dos semanas y desde entonces 16 alumnas son las encargadas de ir curso por curso mostrando afiches y vídeos sobre los problemas que produce el uso inapropiado del celular, entre ellos: dificultad en la juventud para las relaciones interpersonales, incapacidad de ser pacientes y afán de inmediatez, ensimismamiento, entre otros.
También se muestran los problemas de salud que esto puede originar, como dependencia con afectación en el cerebro (similar a la causada por las drogas), dolor de cuello, daños en los ojos y la espina dorsal, cambios en el sistema nervioso (vibration syndrome), reducción de las habilidades del cerebro, insomnio y otros.
Luego de las charlas, las estudiantes analizan el contenido de los vídeos e inician el debate, que sirve para conocer qué tanto ha calado el mensaje.
“Es interesante hacer conocer esta problemática a los demás. Ahora estoy consciente del daño que el uso indebido del celular puede traer”, manifiesta Natalie Abboud.
Mientras que Cristina Ordóñez, de segundo de bachillerato, considera que esta campaña tendrá buena acogida porque son los propios jóvenes quienes la están desarrollando.
Maité Reinoso, también del Departamento de Comunicación, destaca que el Delta no quiere prohibir el uso del celular, sino crear conciencia sobre su utilización para que las mismas estudiantes se controlen.
Los vídeos y afiches también son enviados por correo electrónico a los padres, para que participen en la toma de conciencia sobre los efectos del mal uso del teléfono celular.