
El colageno fuente de salud y juventud
No solo la edad hace que comencemos a producir menos colágeno, también los malos hábitos
Llega un momento en el que el paso del tiempo se nota en el rostro, en las uñas, en el cabello y hasta en esas molestias que aparecen en las articulaciones.
Sabemos que algo está pasando en nuestro organismo, pero no estamos seguros de qué es.
Sí, con la edad, el cuerpo reacciona de una manera diferente y hay cambios que ponen todo de cabeza, como cuando cerca de los 30 años comenzamos a perder la capacidad de generar colágeno.
Esa proteína esencial la solemos relacionar con los tratamientos de belleza, pero su importancia va mucho más allá, pues se encuentra en todos los tejidos del cuerpo.
Además, hay casos en los que ciertos factores hacen que perdamos esta sustancia a más temprana edad.
EXPRESO les muestra cuáles son las señales de que ya no la estamos produciendo para buscar la manera de reponerla.
En la piel.
1. Lo primero que salta a la vista cuando falta colágeno es la afectación a la piel. Esta pierde su tersura y firmeza, por lo que comienzan a aparecer las arrugas.
Las articulaciones.
2. Esta sustancia es la que mantiene la flexibilidad y lubricación de las articulaciones, además de favorecer la conservación del cartílago. Su disminución se asocia con dolor articular y con artrosis.
Los dientes.
3. Pues sí, esta proteína está en todos lados, por lo que también tiene relación con la boca: los ligamentos de los dientes están conformados por fibras de colágeno. Cuando este falta, puede causar debilidad y problemas en las encías.
Cabello y huesos.
4. Si se le comienza a caer el cabello y pierde la densidad ósea, allí existe una causa muy probable: tiene una gran pérdida de la proteína esencial de nuestro cuerpo.
Las pérdidas
Por lo general, a los 25 años comenzamos a generar el 1 % menos de colágeno por año, lo que quiere decir que a los 55 ya habremos dejado de producir al menos el 25 % y para los 70 años estaríamos hablando del 40 %. Aunque es un tema que preocupa más a las mujeres por la parte estética, a los hombres les afecta por igual.
Qué comer
Los alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos y las verduras, ayudan a favorecer la producción de colágeno, pero no en gran cantidad como sí lo haría la gelatina de origen animal. Allí funcionarían los caldos de huesos, de callos o los embutidos, pero el problema es que son una gran fuente de grasa, por lo que no es lo más recomendable.