En muchas ocasiones, la cata depende del paladar, pero según los miembros del club del whisky, en muchas ocasiones responde a corazonadas para hacer mezclas deliciosas.

Un club para los amantes del whisky

Es el primero en Ecuador y el tercero de América Latina. Una botella de alta calidad y rareza puede superar los $ 38.000.

“Lo que el whisky no cura, no tiene cura”. El proverbio escocés se ha convertido en el lema del primer club de amantes de esta bebida de culto en el país y en el tercero de América Latina, un grupo exclusivo que cuenta ya con 50 miembros.

Guayaquil Tasting Club abrirá las puertas para sus socios la próxima semana, pero en estos días los aficionados han disfrutado de las primeras catas en Puerto Santa Ana. Allí, con copas similares a las que se usan en la degustación del vino, pusieron a prueba no solo sus paladares, sino también la capacidad de diferenciar el color (para identificar el tiempo de añejamiento) y lo más complicado: los olores (hay más de 32 aromas primarios en esta bebida).

La idea de crear este club nació de un grupo familiar, dueño de una clínica y de una agencia de viajes. “En las visitas por el mundo, íbamos a sitios exclusivos destinados a personas que les gusta el whisky de buena calidad para degustación y entonces se nos ocurrió ofrecer ese concepto en Guayaquil”, dijo la doctora Jacqueline Macías. Para prepararse, llegó hasta Argentina, donde está el Museo del Whisky. Viajó junto a su esposo, el doctor José Vergara, su hijo Adrián y su hermano Hostilio (crítico de whisky).

Entre sus primeros socios, hay empresarios y políticos. Es un lugar ideado para conversaciones amenas, para cerrar un negocio o para llevar a un cliente. Allí puede encontrar, por ahora, al menos unas 80 variedades de las mejores categorías.

Los socios del club tendrán descuentos en el consumo en el local, pero también en el portal de compras y tiendas.

Una botella de whisky súper premium puede costar desde 300 dólares y llegar a los miles de dólares. El valor dependerá de su calidad y rareza. Los seguidores de esta bebida saben que The Macallan Fine & Rare Collection, 1926, 60 años, puede costar 38.000 dólares. Uno de 1939, 40 años, se vende en un poco más de 10.000.

“Nuestro principal objetivo es mostrar al consumidor ecuatoriano que el whisky no es solo ‘blended (mezclado)’ y su disponibilidad no se limita a las tres o cuatro marcas que predominan en el mercado”, explica José Vergara, gerente general de la empresa.

Es más, dice que aunque cuando se habla de una comida o cena elegantes, se las suele visualizar acompañadas con vino, hay otra gran tendencia imponiéndose: maridar con whisky.

Con este emprendimiento, el grupo espera que los términos Single Malt Whisky, Single Grain Whisky, Bourbon Whiskey, Tenesee Whiskey y otros sean parte habitual del vocabulario de los aficionados a esta bebida. Buscan además que más personas se unan a esta cofradía y que conozcan sobre esta milenaria cultura que la rodea.