El circulo

Volando a 35 mil pies de altura, en mi último viaje tuve la oportunidad de ver la película El círculo, basada en el libro con el mismo nombre de David Eggers (2013) y protagonizada por Tom Hanks y Emma Watson.

Esta película es un ejemplo de hasta dónde puede llegar el manejo irresponsable de la “Big Data” para manipular las sociedades.

El círculo, en la película, es una gran corporación que maneja información consolidada de todas nuestras cuentas bancarias, hábitos de consumo, deudas, lugares a los que vamos, amigos, familia, qué hablamos, cómo pensamos y más, donde por el conocimiento de las preferencias van creando servicios y productos totalmente dirigidos a nuestras aparentes necesidades.

Al igual que el libro, el mensaje que deja la película es un llamado a equilibrar el flujo de información que damos de nosotros mismos en Internet y a cuidar nuestra privacidad, pues según las lecciones de la película, las redes sociales incitan a que a medida de que nuestra privacidad va siendo invadida, las personas empecemos a dejar de ser quienes somos, para tener más “likes” y seguidores, dejando los valores propios por los valores de la novedad y de la cultura dominante, que es la que premia o castiga según esta nueva tendencia, creando una “personalidad alternativa”.

Leer hoy a Zuckerberg reconocer que "cometimos errores, hay mucho por hacer", sobre la filtración de datos desde 2007, asumiendo su responsabilidad al no proteger esos datos, ¡asusta!

En 2013, Aleksandr Kogan, investigador de la Universidad de Cambridge, creó una aplicación de prueba de personalidad instalada a 300.000 personas que compartieron sus datos. De este modo, Kogan accedió a datos de decenas de millones de usuarios.

En 2015, Facebook supo por The Guardian que Kogan había compartido datos con Cambridge Analytica. Así, de golpe, todos esos datos ya pululaban por el ciberespacio para cualquier tipo de usuario y finalidad.

Da miedo, en redes sociales colgamos vidas. Tomemos las lecciones de la película y seamos nosotros quienes decidamos qué queremos que sea público y qué queremos que se mantenga privado.