Acto. Con el retiro de las carpas comenzó el desarme de los albergues.

Cierre simbolico de albergues en Manabi

Damnificados esperan el bono de acogida para poder pagar arriendos

Desde las 08:00 de ayer, se cumplió con el cierre simbólico de los albergues en que se encontraban alojados cientos de familias damnificadas por el terremoto del 16 de abril del año pasado. Entre estos constan el Tohalí de Manta, el Reales Tamarindos de Portoviejo y otro en Jaramijó.

El acto contó con la presencia del vicepresidente de la República, Jorge Glas, y la ministra de Inclusión Económica y Social (MIES), Lídice Larrea.

En el Tohalí se encontraba Santos González Córdova (73 años), quien estuvo durante 11 meses junto a una hija en una de las carpas y ahora pasará a una casa de acogida, aunque todavía no recibe el bono para este beneficio.

Explicó que en dos meses le entregarían su casa, que está en reconstrucción en plena zona cero. “De aquí voy a una casa que alquilaron y pagaré 150 dólares mensuales; el primer pago ya lo hizo el ingeniero que me está haciendo los trabajos en mi domicilio y los otros meses pagaré con el bono de acogida, si es que me sale”, indicó el hombre. ¿Y si no recibe el beneficio? Entonces deberá buscar la forma de obtener el dinero para cancelar el alquiler.

La ministra Larrea indicó que en los albergues recientemente cerrados en Manta existían 156 familias, en Portoviejo 59 y en Jaramijó 100.

Aún quedan albergues en Jama, Pedernales y algunos en la provincia de Esmeraldas, con aproximadamente 1.000 familias, pero “poco a poco se procederá a cerrarlos, a medida que sus casas estén listas y habitables”, sentenció. HLV