Christian Wahli: “La ley de Salud debe ser reescrita”

El Código de la Salud no causa preocupación solo entre los médicos. Sectores empresariales, como el de la producción, también tienen repartos y advierten consecuencias si es aprobado tal como está planteado en la actualidad.

- ¿Por qué se oponen a una ley que, según sus proponentes, busca beneficiar la salud y bienestar ciudadano?

- Por el procedimiento que se usó para su elaboración, no hubo posibilidad de dialogar y llegar a acuerdos. Ahora quieren aprobar un Código que controla desde las semillas, pasando por la intervención en temas agrícolas, ambientales y hasta de seguridad social.

- Que no les hayan preguntado, ¿invalida el contenido de la normativa que se analiza?

- Es que no es solo eso, también se incluyen términos como ‘productos nocivos’ ¿con base en qué? No es tan sencillo determinar que, tal o cual producto, es nocivo. Pero a raíz de eso vienen una serie de prohibiciones y sanciones. Se habla de la comida chatarra pero ni Chile o México han logrado definir con exactitud de qué se trata.

- Pero alguna responsabilidad debe asumir también la industria alimenticia...

- Hay una persecución contra un sector que tiene sus defectos ¿quién no tiene defectos? No digo que la industria sea la gloria y todos sus miembros, unos ángeles. Castiguemos a quienes cometan actos criminales, pero no metan en el mismo saco a todos.

- ¿Cree que la ley está hecha desde el prejuicio al sector?

- Totalmente. Se siguen argumentos fundamentalistas que ni siquiera son hechos por ecuatorianos, son ideas de organizaciones internacionales extremistas. Hemos aportado al bienestar de la sociedad que antes tenía una expectativa de vida de 65 años y ahora es de 75 años. Algo de bien hemos hecho.

- En términos prácticos, ¿cómo perjudicaría el Código al sector productivo?

- Para hacer un control del cumplimiento de la normativa se requerirían unas 10.000 personas, pero en contraparte matarían, al menos, 20.000 empleos del sector productivo. Nosotros propusimos a los candidatos a la presidencia el plan Ecuador Agroalimentario que generaría en cinco años, solo en la parte de industria transformadora, unos 150.000 puestos de trabajo, pero con esta ley sería casi imposible invertir.

- ¿Esperan reunirse y debatir el tema con el nuevo Gobierno?

- Nos reunimos con el asambleísta electo, José Serrano, y nos ratificó que habrá mano extendida para dialogar. No nos queda más que confiar y decir sí a esa apertura. Si hay esa voluntad lo que le resta a la próxima administración es volver a abrir esa ley y volver a empezar de fojas cero, volver a reescribir. Lo siento mucho pero, tal como está escrita, en este momento no tiene sentido.