Liturgia. Los padres y hermanas de Emilia no pudieron contener las lágrimas durante la ceremonia religiosa.

El Chino ya estaba ‘con la soga al cuello’

Con la soga al cuello. Así parecía estar figuradamente el principal sospechoso del crimen de la pequeña Emilia, desde antes de ser encontrado sin vida en la celda 12 del Centro de Rehabilitación Social (CRS) del Turi, en el sur de Cuenca.

A sus 28 años de edad, José Fabián Nero Robalino enfrentaba tres juicios de alimentos- al parecer- por hijos en diferentes mujeres, según consta en la página web de la Función Judicial de Loja.

Las demandas fueron presentadas entre 2013, 2016; y la última, el 5 de septiembre de 2017. Fue en esta que la jueza a cargo del expediente prohibió la salida del país de Nero, y dispuso el pago de 1.681,83 dólares, por valores adeudados.

La medida fue dispuesta a las 12:38 del pasado jueves 21 de diciembre. Cinco horas antes, Nero -conocido también como Chino- fue hallado ahorcado del tumbado de la celda donde fue recluido junto con otros dos procesados por el execrable crimen de Emilia, una niña de 9 años, cuyos restos incinerados fueron hallados en un botadero de una quebrada del sector Chuquiribamba, en Loja.

El hallazgo del cuerpo se produjo el lunes 18, tres días después de su desaparición. Un seguimiento a las cámaras de seguridad del sector donde estudiaba la pequeña permitieron saber que era el Chino quien se la había llevado. El hombre daba clases de baile en un local del estadio Reina del Cisne, de propiedad de la Federación Deportiva de Loja, y donde habrían asesinado a Emilia.

La muerte de Nero generó dudas, respecto de si realmente fue producto de un suicidio. No obstante, la tarde del jueves, la ministra de Justicia, Rosana Alvarado, confirmó que -de acuerdo a información preliminar- la autopsia determinó que “se trata de una mecánica ahorcadura de origen suicida”.

Hasta ayer, se seguía manejando esa hipótesis, pues esperaban el informe por escrito.

Tras el suicidio, el Ministerio de Justicia dispuso la separación de los otros dos implicados en el caso, quienes habrían indicado que dormían cuando Nero se quitó la vida.

Alvarado reiteró que el traslado de los tres sospechosos, desde Loja a la cárcel de Cuenca, fue para precautelar su integridad, dado el repudio que se produce en esos casos. No obstante, 55 minutos después de ser ubicados en una celda alejada de todo peligro, el Chino aparece con su camiseta alrededor del cuello.

El último adiós a Emilia

El fiscal Bolívar Figueroa, encargado de investigar los casos de personas desaparecidas, destacó que están trabajando para recolectar más evidencia por el crimen de Emilia.

Reveló que dentro de los primeros allanamientos realizados se incautaron vehículos y computadoras con evidencias que permitiría establecer la presencia de una organización de pornografía.

Mientras las investigaciones avanzan, ayer se cumplió el sepelio de Emilia. Monseñor Alfredo Espinoza, obispo de Loja, oficializó la ceremonia religiosa en medio de un centenar de personas que acompañaron al cuerpo. Un grupo de diez sacerdotes le dieron los santo óleos a Emilia. Sus restos fueron sepultados cerca de las 18 horas. FIR