Chapo senora fiscal

Bien por el periodismo de investigación del país; gracias a su trabajo se logró desenmascarar uno de los casos de corrupción más grandes de la historia del Ecuador. Excelente por el trabajo y determinación de la flamante fiscal general para vincular a individuos y empresas privadas que, en otra época, era impensable que lo hicieran. Evidentemente, Odebrecht no estaba solo en sus ilícitos y fechorías; ahora hay pruebas claras que demuestran que el gobierno de la década saqueada entregó sin prolijidad ni vergüenza, cuantiosas cantidades de dinero de todos los ecuatorianos, a un grupo de empresas privadas y personas naturales, mediante la asignación de contratos multimillonarios cargados con sobreprecios, para que luego les devuelvan el favor mediante la entrega de sendas coimas para cubrir sus mafiosos fines.

También han sido involucrados algunos peces gordos del gobierno pasado, comenzando por el líder del rebaño. Parecía que nunca llegaría ese día, pero como bien reza el dicho, no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.

Como normalmente ocurre en los casos en que se tocan a las “vacas sagradas”, veremos publicaciones aclaratorias donde los involucrados dirán que son gentes de bien y que nunca han participado en hechos dolosos e irregulares. Con certeza se rasgarán las vestiduras y claro, lo más osados, apelarán a la vieja muletilla de declararse perseguidos políticos.

Ahora le toca a la función Judicial cumplir con su responsabilidad ante el país y administrar justicia como corresponde, para poner a los responsables donde se merecen. No es posible que el país haya sido saqueado inmisericordemente y que se tenga tras las rejas solo a unos cuantos gatos, con sentencias endebles.

La opinión pública y la ciudadanía debemos estar atentos frente a la acción de las autoridades para se sienten precedentes en estos casos, trátese de quien se trate, y así el país reciba con contundencia el mensaje de que la corrupción tiene patas cortas y se castigará sin miramientos a los responsables. Chapó señora fiscal.