El caballo paramero fue la pieza ausente de la actividad que la mañana de ayer organizó el Municipio de Mejía, el cantón pichinchano que trasladó un gran convoy hasta el Centro de Convenciones de Guayaquil para ofertar una de las tradiciones culturales y turísticas más conocidas de esta parte del país: el paseo procesional del chagra.

Hubo de todo. Desde la variedad gastronómica, hasta las danzantes del capishca (ritmo andino) y sus trajes costumbristas, además de la promoción de las rutas de paseos, por lo que se menciona la ruta de los nueve volcanes.

Sin embargo, el personaje principal es el chagra, una palabra que simboliza al vaquero del campo, que tal como en la costa lo hace el montuvio, es un diestro jinete de a caballo.

Este evento concitó el interés de decenas de personas que llenaron el salón Eloy Alfaro, especialmente, guías y agentes de las agencias de turismo locales, quienes fueron invitados por la Prefectura y el Ministerio de Turismo, quienes coordinaron esta actividad en la ciudad.

Sobre el Paseo Procesional del Chagra, Ramiro Barros, alcalde de Mejía, un cantón ubicado a 37 kilómetros de Quito, dijo que las actividades festivas inician este sábado y duran tres días. Abre con el recorrido por las calles principales de la ciudad, con la presencia de más de 2.000 chagras que llegan desde Sangolquí, Cayambe, Latacunga y Píntag.

Para la presentación oficial del tradicional paseo ecuestre, el Municipio de Mejía organizó un convoy de 50 personas, entre promotores, artesanos y microempresarios, quienes trasladaron sus productos gastronómicos y artesanales, además de folletos sobre la oferta turística, para promocionar esta fiesta entre los guayaquileños y convocarlos para que el próximo feriado asistan a la procesión del chagra.