El expresidente de la Asociación de Bancos Privados hace una lectura política del panorama económico nacional. El programa de ajustes no podrá sostenerse si el presidente, Lenín Moreno, no resuelve la crisis en el interior de Alianza PAIS.

Cesar Robalino: “Moreno hara los ajustes tras salir fortalecido de la consulta”

El expresidente de la Asociación de Bancos Privados tiene claro el camino por el que debe atravesar la economía para que Ecuador vuelva a crecer. Lo más inmediato: requiere endeudamiento y fortaleza política para defender el ajuste.

El expresidente de la Asociación de Bancos Privados tiene claro el camino por el que debe atravesar la economía para que Ecuador vuelva a crecer. Lo más inmediato: requiere endeudamiento y fortaleza política para defender el ajuste. Y aunque César Robalino no hace responsable de la realidad económica heredada al presidente, sí afirma que Moreno no puede dejar de resolver el problema.

- Hay muchas expectativas en torno al plan económico, fruto del Consejo Consultivo, que presentará Lenín Moreno. ¿Será un punto de inflexión a la crisis de los últimos tres años?

- Moreno no ha hecho nada importante en la parte económica. Y me temo que el plan que va a presentar, junto con la proforma presupuestaria de 2018, no va a ser un programa sólido, sino un poco débil. ¿Por qué? Por razones políticas. Uno como economista dirá que tienen que restaurarse los desequilibrios y que la economía no espera. Y, si bien teóricamente eso es razonable, el punto es que hay un problema político y lamentablemente tiene hoy prioridad.

- ¿Usted cree que la economía aún tiene margen de espera?

- Sí, las medidas de ajuste tienen que esperar hasta después de los resultados de la consulta. Asumo que los ciudadanos dirán ‘sí’ mayoritariamente. Si eso se produce, el presidente tendrá mayor solidez política para poder, primero, decirle a su propio partido Alianza PAIS que la población comparte la visión diferente que él tiene sobre economía y política ante la del presidente anterior. Y segundo, indicarles que tienen que apoyar una serie de proyectos de ley que tendrá que enviar para restaurar los desequilibrios macroeconómicos del país.

- ¿Cómo puede ser sostenible esperar meses sin que se corrija el déficit entre ingresos y gastos del Estado?

- Yo creo que sí se puede. Hay economistas que creen que no. Dicen que la parte fiscal no da más, pero el Gobierno tiene que sobrevivir financieramente. ¿Cómo? Endeudándose más. Dirán que no. Que no es adecuado técnicamente. Pero no hay otra alternativa.

- Eso es lo mismo que hacía el Gobierno anterior y ya se van agotando las fuentes de financiamiento...

- El Gobierno está estudiando hacer un nuevo ‘swap’ de oro. Ya lo hizo el presidente Correa por 500 millones de dólares. Hoy quizás serán 500 o 1.000 millones de dólares. Para que la gente entienda qué es un ‘swap’: es como una casa de empeños a nivel internacional. Yo le doy oro a cambio de dinero y si en tres o cuatro años no se entrega el dinero, se remata el oro. Punto. No es que recomiende endeudarse más, pero el Gobierno tiene que sobrevivir hasta después de la consulta. Además, el FLAR ha dado casi $ 640 millones. Ahí hay una nueva fuente de financiamiento externo. Y sé que están tratando de conseguir en los mercados privados internacionales otros $ 2.000 millones. Es decir, deuda, más deuda, más deuda. Después de la consulta, el Gobierno debe anunciar un programa, financiado por el FMI, el Banco Mundial, la CAF o el BID, para restaurar los equilibrios con medidas de ajuste.

- O sea, más financiación incluso para los recortes.

- No hay que olvidar que los Estados no desaparecen y necesitan recursos para financiar el gasto público. Y eso incluye a los sectores sociales que son importantes. La educación, por ejemplo: en esta etapa de revolución tecnológica en el mundo, Ecuador no se puede aislar. Eso exige más preparación y más educación para la mano de obra del futuro. Ya no solo significa tener graduados en la secundaria. La salud también implica recursos. Y eso no se puede sacar de la deuda. Porque se va a la quiebra. Eso se saca de los impuestos. Tampoco se puede reducir el gasto público al 20 % del PIB como proponen algunas personas del sector privado. Eso no tiene sentido. Pero sí puede bajar gradualmente a un 30 %, frente al 44 % de 2014. Una monstruosidad.

- ¿Qué pasa si después de esperar a la consulta el bloque oficialista paraliza las reformas en la Asamblea?

- El presidente necesita formular una crisis de gabinete porque tiene en su entorno a asesores y ministros del Gobierno de Correa. Hay que separarlos. Sospecho que les mantuvo cerca para que le cuenten la verdad de la situación, pero fue un error. Hay más personal en los ministerios, los de rango menor, que también conocen los detalles. Por otro lado, la reforma tributaria que se necesita no solo puede tramitarse por la Asamblea.

- ¿Por decreto presidencial?

- Eso es. Correa habilitó esa opción. Por ejemplo, el presidente tiene la facultad de exonerar del Impuesto a la Salida de Divisas una serie de insumos para dar un impulso al sector exportador. Eso lo puede hacer sin ir a la Asamblea. Ahora mismo, se necesita exportar de forma creciente, porque las importaciones están aumentando más.