
Cerca de los cerebros ‘zombies’
Lo primero que se nos viene a la cabeza es un película de terror... ¿Verdad? Pues no lo es. Se trata de una propuesta científica que pretende traer cerebros clínicamente muertos a la vida. Una idea genial, siempre y cuando, no se levante todo un ejérci
Lo primero que se nos viene a la cabeza es un película de terror... ¿Verdad? Pues no lo es. Se trata de una propuesta científica que pretende traer cerebros clínicamente muertos a la vida. Una idea genial, siempre y cuando, no se levante todo un ejército de muertos vivientes del que debamos escondernos (chiste zombi para romper el hielo).
Debe saber que la muerte cerebral de una persona se confirma cuando ya no tiene ninguna función neuronal, ni siquiera la capacidad para respirar. Sin embargo, aunque se consideren clínicamente muertos, sus cuerpos sigue digiriendo el alimento y reaccionan a los estímulos sexuales. Así lo sugieren estudios que indican que tras sufrir una muerte de este tipo quedaría algo de actividad eléctrica en el cerebro y seguiría circulando la sangre.
Con este antecedente, el Proyecto ReAnima por referencia al clásico de ciencia ficción Re-Animator y que cuenta con el permiso de los institutos nacionales de Salud de Estados Unidos e India tiene el objetivo inicial de resucitar cerebros de veinte pacientes en estado de muerte cerebral.
¿Cómo? Sometiéndolos a una terapia de choques en la que se les inyectará una mezcla de péptidos y células madre en el cerebro, seguido por una sesión de estimulación nerviosa.
El proceso tendrá una duración -promedio- de seis semanas. Al final, los investigadores tendrán una resonancia magnética para ver si hay alguna regeneración significativa en los cerebros de los pacientes, lo que significa signos de estructura real.
Este experimento que lo realizarán investigadores de empresas de biotecnología de la India y Bioquark and Revita Life Sciences, no se traduce en un vuelve a la vida para los pacientes (que no se encuentran clínicamente muertos), sino un punto de partida en el que si se logra restaurar parte de los daños cerebrales, se podrán estudiar nuevas terapias contra enfermedades que afectan directamente al centro del sistema nervioso, tal como el alzhéimer y el párkinson.
No hay manera de saber todavía si la prueba tendrá éxito. Además, incluso si todo va bien, es probable que ninguno de los pacientes regrese a la vida como nuevo. Aún así, los investigadores creen que, con este enfoque, puede ser que un día los pacientes con muerte cerebral puedan recuperar la conciencia.