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Cecilia Wayua Michael llego para tomar la posta de Margaret Karie

La nueva campeona de la carrera corrió por primera vez en la ciudad y triunfó tras un consejo de la reina 2015-2016. Tricolores la escoltaron.

Campeona. Cecilia, de 23 años, inscribió por primera vez su nombre en la Carrera EXPRESO al cronometrar 40 minutos, 54 segundos.

Pese a que no hizo sol, Cecilia Wayua Michael empezó a jadear en el kilómetro 6 y su gesto denotó preocupación. Se había corrido más del 50 % de la prueba y la ecuatoriana Diana Landi, vicecampeona del 2016 y poseedora de 4 títulos de la carrera EXPRESO, le respiraba literalmente en la nuca, al punto de que a ratos parecía que los zapatos de ambas chocarían.

Para la keniata de 23 años, la carrera 10K era su primera prueba en suelo guayaquileño. No conocía ni su clima, ni sus calles, peor a sus corredores, aún así supo imponer el linaje africano para conseguir una victoria inédita en la edición 43 y cronometrar 40 minutos con 54 segundos. El año pasado, su amiga, Margaret Karie Toroitich, también de Kenia, se alzó con el título de monarca.

Lo de ayer fue una lucha de fieras. A diferencia del 2016, en que Karie y Landi se sacaron casi dos minutos de diferencia, en esta edición la novel keniata y la ecuatoriana se pisaron los talones sacándose apenas 24 segundos de diferencia.

Recorridos los primeros 3 kilómetros, Wayua comandó el primer y único pelotón de la competencia integrado por Landi y la también ecuatoriana Jéssica Paguay, hasta quedar las dos primeras en una lucha encarnizada.

Landi se ubicó exactamente detrás de los casi 1,80 metros de estatura de la espigada extranjera y de ahí no se despegó. En respuesta, Cecilia viró en repetidas ocasiones la cabeza para divisar quién le marcaba los pasos pero nunca pudo (Landi mide menos de 1,65 m).

Pisando ya el kilómetro 7, Wayua hizo el gesto con la mano de querer abrirse a la derecha, pero Landi no cedió y prácticamente la persiguió, hasta que ocurrió lo impredecible: la ecuatoriana sintió un malestar estomacal y bajó el ritmo de las zancadas. Un kilómetro más adelante, y ya con más de 15 metros de diferencia, la atleta frenó súbitamente para vomitar. La prueba quedaba totalmente abierta para Cecilia, que no varió el ritmo.

“El malestar me vino desde el kilómetro 5 casi. Pensé en retirarme cuando paré, pero de esto vive mi familia y no podía doblegar; así sea en el segundo lugar debía entrar”, dijo la aguerrida tricolor al final.