Cazón nació en 1935. Es poeta y periodista.

Cazon Vera se estrena en la narrativa

El icónico poeta guayaquileño lanza su primer libro de relatos. Los cuentos abordan temas como la familia y la muerte.

Cuarenta años después de escribir sus primeros cuentos, el emblemático poeta guayaquileño, Fernando Cazón Vera, decidió publicarlos, dando un giro inesperado hacia la narrativa.

‘Balada del amor que no fue’ reúne dieciocho relatos escritos en las décadas de los setenta y ochenta. La obra, publicada por la editorial de la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas, y presentado esta semana en esa institución, arranca con el cuento que da nombre al libro, y cuya historia fue la inspiración detrás de las incursiones del escritor en este género.

“Hace muchos años, mi amigo Alejandro Herrería me contó una historia de fantasmas. Era una historia increíble, una supuesta anécdota de un conocido que me inspiró. No era una idea que funcionaba bajo una voz poética, así que decidí intentarlo en un relato, aunque yo no era narrador y no tenía muy claro el resultado”, recordó Cazón Vera.

Este cuento de fantasmas y enamoramientos extraños fue el inicio de una época de experimentación literaria pero que, sin embargo, no prosperó. “Siempre me sentí más cómodo en la poesía. Aun así, este año decidí rescatar estos cuentos y publicarlos. Algunos se habían publicado hace muchísimos años en revista Hogar y en el suplemento literario que dirigía mi amiga Ileana Espinel, pero no quería que quedaran en el olvido”, subrayó el autor.

Y aunque lo sobrenatural y lo fantástico tienen su espacio en esta obra, los cuentos principalmente se ocupan de ahondar en el terreno de lo íntimo: el amor, la muerte, la pérdida y la silenciosa violencia que ocurre en el plano familiar.

El horror, explicó el escritor, es un aspecto habitual de lo cotidiano, uno del que no se habla lo suficiente. “Convivimos con el horror, estamos siempre sometidos a él, con nuestros padres, con nuestras parejas. La vida no siempre es hermosa. Me ha interesado mostrar esa temática, aunque no es la única que aparece en estos cuentos, es bastante variada”, dijo.

La infancia tiene también un sitio importante en este libro, con varios relatos protagonizados por niños. Pero en ellos, no obstante, no figura la inocencia de la niñez, sino la perversidad. Un pequeño que mata a su maestra, un jovencito que pierde su perro, son dos de las historias que conforman ‘Balada del amor que no fue’.

“Todo niño tiene algo de perverso”, comentó entre risas Cazón Vera. “Somos los adultos los que vemos a los niños como puros, pero ellos también se enfrentan a la vida desde su propio entendimiento y luchan sus pequeñas batallas”, indicó.

Curiosamente, estos cuentos no se alejan del todo de la voz poética de su autor, sobre todo en textos como ‘Los monstruos’, cuya historia se relata a manera de narración de texto infantil. Este es quizá uno de los relatos más interesantes del libro y recoge los nefastos resultados de una broma pesada que salió mal.

“He escrito más de veinte poemarios, ya no me puedo alejar de la voz poética, aunque sí hago un esfuerzo por mantener el lenguaje popular y los diálogos verosímiles”, expresó.

El autor dijo encontrarse satisfecho con la respuesta del público, aunque aún no sabe si volverá a experimentar con los relatos. “Ahora, en mi hora crepuscular, no sé si vuelva a escribir otro cuento, pero me gustaría. Veremos si me alcanza el tiempo. Por ahora, estoy contento con este libro”, comentó.