
Los casos de abusos a ninos crecen en Manabi
‘Patricia’, de 6 años, ‘Yolanda’, de 9, y ‘Laura’, de 11, ahora forman parte del grupo de niños que han sido rescatados por la Dirección Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), después de haber sufrido abusos sexuales por parte de sus familiares, amigos, maestros y desconocidos, en distintas partes de la provincia de Manabí.
Las tres menores fueron supuestamente violadas por su padre, quien ahora se encuentra prófugo de la justicia y es buscado por los agentes de la Policía en todo el país.
Las autoridades buscan implementar estrategias que permitan a los más pequeños perder el miedo a sus abusadores y que puedan identificarlos y acusarlos ante personas de confianza.
Esto, debido a que el índice de abusos sexuales de niños que fluctúan entre los 5, 7, 8, 9 y 12 años ha aumentado en un 47 % en los dos últimos años, según lo informó la teniente Paola Dávila, jefe de la Dinapen en Manabí.
Las ciudades donde más se han receptado denuncias sobre estos abusos son Manta, Portoviejo y Pedernales.
“Hay muchas denuncias de violencia sexual hacia niños de 5, 6 y 14 años. Esto provoca un gravísimo daño físico y psicológico en estas criaturas. A través de programas y charlas en los establecimientos educativos de la provincia, queremos llegar a la confianza del menor para que no se aísle y pueda contar sus problemas al profesor, si es que el abuso viene desde casa mismo”, indicó Dávila.
El psicólogo Marlon Zambrano explicó que el padre o la madre de familia debe estar muy pendiente del celular o la computadora de sus hijos, ya que las redes sociales son una herramienta fácil en donde existen personas que se dedican a captar menores para los abusos sexuales.
“Ahora los padres le compran celulares a los niños pequeños, sin darse cuenta que pueden ser captados por desadaptados y se debe tener mucho cuidado con esto”, dijo Zambrano.
Rafael Jami, agente de la Dinapen y experto en investigaciones a abusos a menores de edad, agregó que existen cuatro tipos de delitos sexuales a niños (abuso, acoso, estupro y violación), y que se sancionan con penas que van de uno a veintidós años de prisión.
“En Manta, Jaramijó y Montecristi, existen recientemente sentencias ya ejecutoriadas por estos casos y que enfrentan una condena de 22 años de cárcel. Lamentablemente en algunos casos, familiares de las víctimas se niegan a colaborar y tapan el delito”, precisó Jami.
El detalle
Refugio. Patricia, Yolanda y Laura ahora permanecen en una casa de acogida de menores, junto a otros niños y adolescentes que sufrieron abusos sexuales.