El caso del Trump-fo

Los resultados electorales de EE. UU. crean lecturas e interpretaciones. Es obvio, porque las perspectivas de reflexión la hacen posible, pues la hermenéutica explicativa es polisemia. En el triunfo de Trump, que “compró” la Presidencia de EE. UU., hay hechos para pensar: 1) Existe un hastío mundial de la clase política y de dinastías como las de Bush y Clinton en ese país. Esto hace posible el surgimiento de “outsiders” populistas, discursos nacionalistas agresivos y líderes banales, como Trump. 2) Hay una crisis del bipartidismo norteamericano, que si no se resuelve pronto, generará debilitamiento de su democracia. 3) La crisis económica prolongada que vive EE. UU. y el mundo capitalista desde 2008 hasta el presente, generada por el lado especulativo del capital financiero, obliga a que las fuerzas del capital productivo (industria) busquen desde un nacionalismo y con el Estado, reordenarse, salir de la recesión y volver a acumular para reproducirse. 4) Las fuerzas productivas laborales de EE. UU. han respondido al llamar reaccionario de Trump. Creen que la pérdida de sus puestos de trabajo se da por la presencia latina, de afrodescendientes, etc. No ven que su corazón y matriz está en la revolución científico-técnica que desmaterializa el proceso productivo y posiciona la economía de servicios. 5) Los hispanoamericanos, cuando transitan de la ilegalidad a la legalización-naturalización, dejan sus posturas progresistas y prodemócratas para ser “norteamericanos reaccionarios”. 6) El feminismo tiene límites, falencias y contradicciones que no siempre dan lugar al rechazo al machismo reaccionario de hombres como Trump. 7) La fortaleza de la democracia de EE. UU. hizo que la policía y su aparato debilitaran la candidatura de Clinton en los días inmediatos y calientes de las elecciones. 8) Ecuador jugó un rol no programado, pues su huésped incómodo, Assange, al “hackear” la cuenta de la señora Clinton, sirvió finalmente a la ultraderecha reaccionaria de EE. UU. Esto hay que abonarlo como un logro inconsciente de la revolución ciudadana del buen vivir. Estos y otros elementos se deben repensar para captar la verdad.

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