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De carteras propias a procesos judiciales

La herencia correísta, mínima en el Gabinete. Algunos toman como opción el anonimato.

Salida. El 25 de agosto de 2017 Hernández, Patiño y Pabón anunciaron su desvinculación del Gobierno.

La época del compañerismo pasó a último plano. De la herencia de funcionarios que dejó el gobierno pasado al actual, quedan apenas vestigios y algunos de los que se fueron ahora enfrentan investigaciones, procesos penales o están detenidos. Otros han optado por guardar silencio.

A pocos días de posesionado, el presidente, Lenín Moreno, creó la consejería de Hábitat y la encargó al exlegislador Virgilio Hernández que para entonces hablaba de las bondades de la propuesta de gobierno y las metas en la construcción de vivienda para los más necesitados.

En julio de 2017, el presidente nombró al excanciller, Ricardo Patiño, como consejero de Gobierno y junto a Paola Pabón, que fue nombrada secretaria de la Política, formaban el tridente de funcionarios más allegados ideológicamente al expresidente, Rafael Correa, lo que hacía pensar que se mantendría la misma línea política. Pero su paso por el Gobierno fue breve.

Actualmente, ninguno está. Pabón, que fue elegida prefecta de Pichincha, junto a Hernández guardan prisión preventiva mientras se les investiga por el supuesto delito de rebelión, por su papel en las protestas de inicios de octubre. Patiño se refugió en México a inicios de 2019 luego de que un juez de Cotopaxi dictara prisión preventiva en su contra por el posible delito de instigación.

“Vamos a prepararnos para la represión porque tenemos que tomarnos las instituciones públicas, tenemos que cerrarnos los caminos”, dijo en octubre de 2018 a un grupo de simpatizantes de la revolución ciudadana.

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El primer Gabinete que conformó el presidente Moreno contaba con, al menos, 23 funcionarios que ocuparon cargos durante la década pasada. Algunos se mantuvieron en los mismos como César Navas en el Ministerio del Interior o Javier Córdova en Minas.

En la actualidad la lista se reduce a tres funcionarios que podrían considerarse como herencia del correísmo: la secretaria jurídica de la Presidencia, Johana Pesántez, que fue ministra de Justicia; el presidente de BanEcuador, Jorge Wated, que ocupó varios cargos en la anterior administración y la secretaria de Gestión de Riesgos, Alexandra Ocles, que dejó Ruptura de los 25 y volvió al Gobierno de Correa y llegó a la Asamblea bajo el cobijo de Alianza PAIS.

Pabón, Hernández y Patiño no son los únicos del Gabinete original que están en la mira de la justicia. La exministra de Vivienda y luego vicepresidenta, María Alejandra Vicuña, espera la audiencia de juicio por concusión; a Carlos Bernal, que fue secretario técnico de la Reconstrucción, también se le cuestiona por su papel en ese encargo.

Además, están los que se alejaron del régimen y optaron por el silencio como opción. Augusto Barrera, Miguel Carvajal y Fander Falconí se incluyen en esa lista. Tampoco ha habido un pronunciamiento público sobre política interna por parte de la excanciller y expresidenta de la Asamblea de Naciones Unidas, María Fernanda Espinosa.

El silencio más llamativo es quizás el del prefecto de Manabí, Leonardo Orlando, que fue director del Servicio de Rentas Internas (SRI) en los dos gobiernos. A diferencia de Pabón, Orlando no tuvo protagonismo en los días de las protestas, pese a llegar al cargo con el auspicio de la revolución ciudadana.