Presentación. Victoria Bastidas muestra la estructura armada.

Carpas hechas con tubos iran a zona 0

Mientras Bradley Palacios, estudiante de nivelación de la Universidad de Guayaquil, medía algunos tubos, Pamela Mera y Alisson Arízaga los cortaban, al tiempo que Gema Monserrate les colocaba números.

Mientras Bradley Palacios, estudiante de nivelación de la Universidad de Guayaquil, medía algunos tubos, Pamela Mera y Alisson Arízaga los cortaban, al tiempo que Gema Monserrate les colocaba números.

Los cuatro son estudiantes de la facultad de Filosofía, quienes se reunieron el último sábado en el gimnasio de la facultad de Educación Física para ayudar a elaborar las carpas que irán a la zona 0 para los damnificados del terremoto.

Victoria Bastidas, docente de la facultad de Arquitectura del alma máter guayaquileña, contó a EXPRESO que la idea surgió apenas conocieron la situación de Manabí y Esmeraldas después del movimiento telúrico de 7,8 grados. Se contactaron por mensajes de celular y armaron un grupo de unos 80 voluntarios en el que se incluyeron docentes, estudiantes y egresados de la facultad de Arquitectura.

“Pensamos que teníamos que ayudar de alguna forma, con lo que sabemos hacer”. Y decidieron elaborar carpas desarmables. “Después de repetir bocetos, hacer cambios a las ideas que iban surgiendo, quedó esta estructura, elaborada con tubos. Estamos consiguiendo lonas publicitarias recicladas que serán las cubiertas”, explicó Bastidas.

A la iniciativa se unieron estudiantes de la Universidad Católica y egresados de otras carreras de la Estatal, como José Cobeña, un manaba que reside en Durán pero que al momento del sismo estuvo en Portoviejo y vivió los momentos de angustia.

“Sé lo que está sucediendo allá, por eso estoy aquí, ayudando y estaré donde sea necesario para colaborar”, dijo.

La tarde del sábado, Bastidas supervisaba que se armen los kits con 13 tubos y 50 acoples (codos), la cubierta y un manual de instrucciones para el armado de las carpas, que se colocarán sobre una base de palets.

La carpa armada mide 3,25 metros de ancho por 2,50 m de profundidad y 1,80 m de alto. “En ella caben cuatro personas”, detalló la docente y acotó que continúan receptando donaciones de materiales para la elaboración de las estructuras. KSG