Presentación. Carlos Prado estuvo acompañado de sus músicos.

Carlos Prado se tomo el escenario del museo JJ

Hay una sala en esta ciudad hecha a la medida de los madrugadores: la Nicasio Safadi, del Museo Municipal de la Música Popular ‘Julio Jaramillo’. Las tertulias dominicales inician en punto a las 11:00 y media hora antes ya no hay asientos.

Hay una sala en esta ciudad hecha a la medida de los madrugadores: la Nicasio Safadi, del Museo Municipal de la Música Popular ‘Julio Jaramillo’. Las tertulias dominicales inician en punto a las 11:00 y media hora antes ya no hay asientos.

Si eso sucede siempre, porqué iba a resultar lo contrario con el flautista Carlos Prado en el escenario.

Mientras el músico guayaquileño era presentado por doña Jenny Estrada, directora del museo, el público intentaba aún ingresar a la sala con capacidad para 100 personas.

A esa hora tampoco había espacio en la cafetería, en donde en circuito cerrado se transmitía el concierto del artista. La gente seguía llegando cuando Prado, junto con sus músicos, entonaban ‘Cuando llora mi guitarra’, la cual era ya la quinta canción.

En todo caso, los que llegaban tarde, al igual que los que habían madrugado y estaban sentados bajo la penumbra de la Nicasio Safadi, disfrutaron con los temas que interpretó un distendido Carlos Prado, quien recordó que hace un año cuando se presentó en este mismo escenario, sintió una sana envidia con respecto a los músicos ecuatorianos cuyos nombres y fotografías aparecen en lugares preponderantes en ese museo.

“Esa vez doña Jenny Estrada me dijo que cuando entrase a la tercera edad y solo luego me haya ganado el derecho”, recordó el flautista en medio de risas.

Algo de ese reconocimiento, como uno de los buenos exponentes del arte musical nacional, obtuvo precisamente ante ese público que llenó el museo la mañana de ayer.

Hubo aplausos con cada uno de los temas que interpretó. La mayoría relacionados con el cantante que en letras grandes lleva el museo.

“Son parte de mi disco ‘Julio Jaramillo en la flauta de Carlos Prado’. Lo grabé en el 2004. Son 13 temas”.

Hubo música, pero también se dio tiempo para un diálogo introductorio y espontáneo con doña Jenny, lo cual le permitió recorrer sus inicios con la flauta. “Yo la odiaba”, dijo, “prefería ser futbolista”. Reconoció que por la flauta ha llegado hasta donde está ahora. Un diálogo breve, porque luego de eso todo fue música. RGS