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Los candidatos ensayan los esloganes para ser recordados

Las candidaturas presidenciales trabajan en la definición del eslogan que condense, de mejor forma, el mensaje con el que quieren conquistar a los electores.

Los candidatos ensayan los eslóganes para ser recordados

No hacen ganar elecciones, pero sí pueden arruinar campañas. Las candidaturas presidenciales trabajan en la definición del eslogan que condense, de mejor forma, el mensaje con el que quieren conquistar a los electores.

Por lo pronto, los ocho binomios empezaron a lanzar ideas a través de las redes sociales y en sus eventos públicos. Algunos lemas son cortos y otros más extensos. “Cambio positivo” propone la candidata socialcristiana Cynthia Viteri”, y “Por tu seguridad, justicia y trabajo”, dice el exfiscal Washington Pesántez.

Otros han ido adaptando su mensaje de acuerdo con la actividad que están cumpliendo o a la coyuntura política. Por eso, Víctor Hugo Galarza, investigador en el área de neuromarketing, cree que estos lemas no serán los definitivos y lo que están haciendo los presidenciables es estudiar cuál es la consigna que puede generar mayor impacto en los ciudadanos.

“Por ahora, es evidente que no hay una frase que identifique a alguno de los candidatos, pese a que hay temas fuertes que están abordando. Hay dos posibilidades: o el mensaje no es claro todavía o tienen un mensaje claro, pero no conecta”, explicó a EXPRESO.

La candidatura que más lemas ha usado, hasta el momento, es la del oficialista Lenín Moreno. Al inicio fue “Vamos por más”, continuó con “Obras con amor” y, esta semana, empezó a posicionar la frase “El futuro no se detiene”.

El director de la empresa Estrategika Comunicaciones, Gustavo Isch, recordó que, técnicamente, se recomienda que exista un mensaje central que identifique y diferencie al candidato, aunque hable de los mismos temas que los demás.

“Una de las claves es que el mensaje empate con las cartas de presentación del candidato. Si su eslogan habla de generar empleo debe ser alguien que pueda probar que lo hizo antes. Si el tema es salir de la crisis, lo más probable es que el elector, inconscientemente, no escoja al que propone buen humor”, dijo Isch a este Diario.

Los expertos consultados por EXPRESO dan un peso relativo al eslogan dentro del éxito de una campaña electoral y consideran que constituye apenas una parte de la estrategia. Por el contrario, sí creen que una palabra mal usada puede causar más de un problema a una candidatura.

Isch acude a la historia. Recuerda, por ejemplo, que la frase “Primero la gente”, usada por Jaime Nebot en las presidenciales de 1996, sirvió para que su contrincante, Abdalá Bucaram, la revierta en su favor.

En cambio ‘Pan, techo y empleo’, señaló el consultor político, dio un impulso a una candidatura con rostro fuerte como era la del socialcristiano León Febres-Cordero.