Resguardo. La demanda de seguridad desbordó a militares y policías.

Los cambios en la cupula militar reorientan la estrategia y solidez

El presidente nombró nuevo jefe del Comando Conjunto y comandante del Ejército. Pasan al retiro. No hay cambios en la Marina ni en la FAE.

Cambio de estrategia y táctica. El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y la Comandancia del Ejército tienen nuevas cabezas.

El presidente Lenín Moreno mandó al retiro al general Roque Moreira, exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y al comandante del Ejército Javier Pérez, luego de los resultados de las protestas que paralizaron el país por casi 12 días.

Ocurrió dos días después del acuerdo alcanzado con la dirigencia indígena y la derogatoria del Decreto 883 que eliminaba el subsidio a la gasolina extra y al diésel. La jornada de protestas dejó más de 1.300 heridos, entre civiles y uniformados, y al menos seis fallecidos reconocidos oficialmente.

Moreira era muy doctrinario y Pérez estaba un poco vinculado con el correísmo inicialmente, opina Mario Pazmiño, exjefe de Inteligencia del Ejército. Ahora el Comando Conjunto estará bajo la dirección de Luis Lara, un oficial que tiene más aceptación y un liderazgo muy fuerte en Fuerzas Armadas, opina Pazmiño. Y eso apunta a que el Gobierno está redireccionando su estrategia y táctica, señala.

Lara es licenciado en Administración y Ciencias Militares, estudios en Política, Seguridad y Democracia, en Inteligencia en el Estado Contemporáneo. Ha sido comandante del Grupo Especial de Operaciones (GEO), del Grupo de Fuerzas Especiales N° 53 Rayo, del Batallón de Infantería Motorizado N° 39, de la Brigada de Selva N° 19 Napo, de la IV División de Ejército Amazonas, del Comando de Operaciones Terrestres.

Luis Altamirano, es el nuevo comandante del Ejército. Es un experto en la guerrilla de las FARC y delincuencia transnacional. El oficial dicta cursos y seminarios sobre esos temas dentro y fuera de la institución armada.

Tiene cursos en la Escuela de Perfeccionamiento del Ejército, Estado Mayor Conjunto en el Instituto Nacional de Defensa. Es graduado en el curso de Análisis de Sistemas Informáticos, licenciado en Ciencias Militares, ingeniero comercial, diplomado en Prospectiva Estratégica, en Seguridad y Defensa, en Filosofía en Estudios Estratégicos.

Ha sido comandante del Batallón de Selva N° 48 Sangay, director de la Escuela de Artillería del Ejército, director de la Academia de Guerra del Ejército, comandante de la Tercera División de Ejército Tarqui, director de Educación y Doctrina Militar del Comando Conjunto.

La actuación militar durante las últimas protestas fue elogiada y criticada desde distintos sectores. Prudente y calmada, pasiva y permisiva, son entre otros los calificativos para los uniformados que se vieron desbordados de ataques a sus cuarteles en el país, retenciones y secuestros de sus patrullas, incendio de sus unidades y una guerra de información falsa que tuvieron que desmentir.

Se habla de FF.AA. muy débiles, algo que les parece hasta sospechoso porque no hicieron cumplir el estado de excepción y peor el toque de queda.

El coronel Jorge Villavicencio opina que las nuevas cabezas “realizarán un mejor papel que los impávidos y hasta cierto punto cómplices de esta escalada de violencia “correísta”, como parte de una falsa oposición”. Para el oficial, todo fue parte de un plan perverso de toma y transformación del país como parte del Foro de Sao Paulo y el crimen organizado internacional.

Villavicencio opina que existieron fuerzas extranjeras apoyando a grupos nacionales, entrenados para lucha armada urbana y rural, que gracias a Dios no pudieron llegar al siguiente paso de lucha armada.

El general Wagner Bravo, excomandante del Ejército, en cambio destaca que Moreira y Pérez cumplieron su misión: se mantuvo la democracia, Moreno sigue siendo presidente y Correa no pudo solicitar en la Asamblea la muerte cruzada.

Añade Bravo que además que “los guerrilleros urbanos no pudieron matar gente y llevarnos a una guerra civil” y tampoco la población no fue masacrada y no hay un solo muerto por acción de los militares. Concluye, en cambio que con la salida de los dos oficiales “Moreno le da un chirlazo al Ejército y saca a los dos oficiales más antiguos”.

Militares detenidos por minería

El Ejército ratificó que en un control de la Policía en el sector de Buenos Aires, Imbabura, fueron detenidos cuatro militares por transportar supuestamente 259 sacos de material aurífero procedentes de las minas clausuradas en julio.

Ofrecieron brindar todas las facilidades y el apoyo necesario para el proceso de investigación. Los uniformados fueron apresados en delito flagrante por actividad ilícita de recursos mineros. Se desplazaban en un camión militar sin placas. Se trata de un teniente y cuatro cabos de entre 27 y 30 años.