El Cajas, en riesgo por una carretera

El Ministerio de Ambiente de Ecuador presentó una denuncia ante la Fiscalía por la afectación a la vegetación nativa en el Parque Nacional Cajas, que alberga ecosistemas y especies de alto valor ecológico y se encuentra a las afueras de la turística ciudad de Cuenca, según informó ayer.

En un comunicado, la cartera de Estado explica que la denuncia fue presentada ante la Fiscalía de la provincia de Azuay “para el inicio del proceso legal correspondiente por el presunto delito de invasión de áreas de importancia ecológica”.

La denuncia se basa en el artículo 245 de Código Orgánico Integral Penal, que sanciona la invasión con una pena privativa de libertad de uno a tres años. Se aplicará la máxima sanción cuando se causen “daños graves a la biodiversidad y recursos naturales” y cuando se “promueva, financie o dirija la invasión aprovechándose de la gente con engaño o promesas falsas”.

La denuncia de Ambiente precisa que ha constatado una afectación de la vegetación nativa en ese parque nacional, por la apertura de una vía desde la comunidad de Patul hasta la vía Cuenca-Molleturo-El Empalme. El Parque Nacional Cajas es, además, uno de los puntos de visita destacados para los turistas.

Y junto al escrito entregó un informe técnico de las inspecciones recientes realizadas por técnicos ambientales, que identificaron que las actividades efectuadas en la zona ocasionaron la destrucción de páramo, pajonales y daños al ciclo hídrico regular, vertientes de agua y fauna silvestre, además de erosión del suelo.

El director provincial de Ambiente de Azuay, Silvio Cabrera, señaló que este tipo de actividad dentro del Parque Nacional Cajas “es ilegal y está ocasionando graves daños al patrimonio natural”.

Aseguró que como autoridad ambiental presentó la respectiva denuncia ante la Fiscalía, a fin de que “se tomen las medidas pertinentes”.

El Parque Nacional Cajas alberga ecosistemas y especies naturales de alta importancia ecológica, por ser un área proveedora de agua para el cantón Cuenca, sus parroquias y comunidades.

Un grupo de montañismo solo para mujeres

Yamasacha Warmis (Las Mujeres de la Piedra Negra, en quichua) es el primer grupo exclusivo de mujeres de Ecuador que realiza montañismo. Lo consideran una forma de superar sus límites y de defender la igualdad de género y oportunidades.

La montaña se ha convertido para estas andinistas en una amiga, una confidente fiel y en una forma de unirse bajo una misma visión, el amor por el monte, y poder compartir experiencias juntas hasta llegar a no requerir a los hombres en esta disciplina.

Para una de las integrantes, Lía Peñaherrera, el grupo les ha ayudado a identificarse, a darse cuenta de que pueden hacer lo mismo que ellos. “Podemos tener mayor seguridad y autosuficiencia en la montaña. Y como yo digo, no hablamos de que las mujeres somos más que los hombres, o los hombres más que las mujeres. Eso no”, enfatizó.

Su compañera Jennifer Mena afirma que caminando demuestran a toda la sociedad que “no hay limitaciones”, que estas se encuentran en la mente de cada cual y que se han dado la oportunidad “de hacer algo diferente” y levantarse sobre las dificultades.

En el deseo de Margarita Cajo, ideóloga del grupo, se encuentra el conformar una “familia”, que tras seis meses de actividad ha llegado a congregar a unas 80 mujeres montañistas, incluidas madres, hijas o hermanas que comparten el amor por llegar a las cimas de picos como el Guagua Pichincha (4.784 metros), el Cotopaxi (5.897 metros), el Chimborazo (6.268 metros) o el Cayambe (5.790 metros).

Entre ellas, hay muchas aficionadas a la altura que comenzaron a escalar tras sumarse a esta aventura, y otras más experimentadas y curtidas que actúan como monitoras de sus compañeras menos duchas.

“Ellas, con la humildad que caracteriza a este club, han estado dispuestas a ayudarnos, a enseñarnos a las mujeres que hemos empezado desde cero”, comentó Mena.

Siguiendo esta filosofía, hay cada vez más grupos de montañistas que quieren disfrutar de la pasión junto a Yamasacha Warmis, como el proyecto Mamá Uma, que busca inculcar desde la infancia el mismo amor por la montaña que tienen sus madres y, sobre todo, tumbar barreras que se construyen en torno a la mujer cuando concibe a un hijo.