Referencial. Uno de los vicios más comunes es apoyar la mano en la palanca. Eso daña de a poco los cambios.

Las cajas de cambio del auto, el enemigo silencioso del bolsillo

Después del motor, la caja de velocidades es la pieza más costosa de un automóvil. Al ser el elemento más importante del sistema de transmisión, su precio en el mercado -dependiendo del modelo y sus características- puede ir desde los 2.000 dólares en

En contexto

La inspección de la pieza central de la transmisión del auto puede llegar a costar $ 400, según la avería.

Del cuidado que se le tenga puede variar que dure 100.000 km o toda la vida. Tome precauciones.

Uno de los vicios más comunes es apoyar la mano en la palanca. Eso daña de a poco los cambios.

Después del motor, la caja de velocidades es la pieza más costosa de un automóvil. Al ser el elemento más importante del sistema de transmisión, su precio en el mercado -dependiendo del modelo y sus características- puede ir desde los 2.000 dólares en adelante, de ahí que el cuidado y mantenimiento abarca una importancia vital.

Las hay manuales y automáticas. Sea cual sea, ambas tienen protocolos que de seguirlos puede hacer que dure toda la vida.

Harold Carpio, con más 20 años dedicados a la mecánica, alerta que esta pieza es un enemigo silencioso, ya que un auto puede rodar sin problemas con daños que pueden costar “un ojo de la cara”. Solo una revisión podría ascender a $ 400.

Entre sus tipos, las cajas de cambios manuales son más habituales en nuestro país debido a su eficiencia, ya que realizan un consumo de combustible más moderado. No requieren grandes cuidados, pero su buen funcionamiento está ligado al correcto uso del embrague.

“Se debe prestar especial atención al nivel de valvulina. Esto es un lubricante viscoso, a base de petróleo, encargado de mantener engrasados los engranajes de la caja de cambios. En el manual del vehículo encontraremos el plazo de tiempo en que es recomendable ir reemplazándolo, ya que varía dependiendo del tipo de motor con que cuente el automóvil. A grosso modo podemos indicar que es aconsejable hacerlo un máximo de cada 80.000 kilómetros o 5 años para no circular con un lubricante degradado”, recomienda Carpio.

Un consejo “de oro” es tratar de eliminar el vicio de dejar la mano sobre la palanca de cambios, y no solo por la pérdida de capacidad de reacción ante un imprevisto, sino porque esta costumbre acaba forzando y deteriorando el sistema de sincronizadores de la caja de cambios.

Carlos Castro, mecánico con 15 años en la profesión, asegura que en las piezas automáticas, el cuidado pasa por comprobar periódicamente el nivel de aceite así como con la cantidad de líquido hidráulico, ya que de estos depende mantener una óptima lubricación del sistema y suavizar el desgaste de sus componentes.

Castro añade que el calor generado por el uso, la fricción y la presión interna van deteriorando este tipo de fluidos y obstruyendo el filtro interno. “Siempre se debe comprobar el kilometraje y tiempo de duración aconsejados por el fabricante para sustituirlos”.

Pisar freno y acelerador al mismo tiempo así como accionar la palanca hasta la posición P (parking) o el freno de mano cuando el vehículo está aún en movimiento, son actos muy dañinos para nuestra caja de velocidades automática.

Cuando las averías de las cajas de velocidades pasan a mayores, deben, como cualquier otro tipo de elemento de nuestro vehículo, ser sustituidas. Una de las opciones que va ganando cada vez más popularidad son las cajas de cambios manuales reparadas.

“Para realizar este tipo de reparaciones es necesario contar con un equipo profesional que se encargue de abrir y sustituir todos y cada uno de los componentes dañados y desgastados que forman parte del entramado de la caja de velocidades con materiales de calidad y en un plazo de tiempo razonable”, aclara Castro.