Cabify, en el ojo del huracán

Cabify, en el ojo del huracan

La Autoridad de Tránsito Municipal de Guayaquil (ATM) pidió que la empresa Cabify, que ofrece servicio de transporte privado a través de una plataforma, “deje de operar como lo está haciendo, de forma irregular”. EXPRESO consultó a los ciudadanos acerc

En medio de la polémica por el pedido-ultimátum que impuso la Autoridad de Tránsito Municipal a la plataforma de transporte privado Cabify, surge un protagonista que hasta ahora se mantuvo silencioso y lejano: el usuario de la transportación privada.

En un sondeo realizado por este Diario se determinaron las exigencias. Los pasajeros de taxis amarillos y regulados reclaman acondicionadores de aire encendidos, precios justos, autos en buen estado y limpios... en fin, exigen un buen servicio.

“Mientras la ATM protege a los taxistas, ¿quién vela por los usuarios, que no pueden exigir taxímetro, que van en unidades calurosas, que tienen que soportar música altísima o cuidar que el taxista no use su celular... El problema no es de trabajo ilícito, sino de servicio mediocre y deficiente, que en lugar de mejorar prefiere la extorsión y el abuso”, expone Héctor Galarza, consultor y asesor de marketing y publicidad.

Andrés Roche, titular de la ATM, reconoció en un comunicado que el servicio ‘legal’ tiene vacíos: “El taxismo tiene que entender que debe migrar a las actuales plataformas tecnológicas e innovar a favor de sus clientes y cumplir con los estándares de calidad que se exigen”, anotó en sus recientes declaraciones.

Además del servicio, de la empresa en cuestión agrada el precio. “Es más barato que el taxi tradicional”, opina el artista Luis Rueda. Roche lo sabe y ya adelantó a los medios que la tarifa, cuando se legalice, tendrá que ser más alta.

Una de las características de Cabify es la atención al cliente. Uno de sus conductores dijo a EXPRESO que ellos son capacitados antes de entrar a formar parte de la compañía.

En esa preparación los adoctrinan. “Le abrimos la puerta al cliente para que se suba y se baje del auto, le ofrecemos agua, indagamos sobre su comodidad... Nuestro deber es tener a un cliente complacido. No peleamos por carreras en la calle. No somos competencia en la vía”, defendió.

El servicio de transporte Cabify se comprometió a que en el plazo de una semana empezará el proceso para que solamente taxistas regularizados utilicen la aplicación. Esto incluiría diálogo con las cooperativas que operan en Guayaquil.

Voces

Guido Bajaña, ciudadano

“Lo más irónico y lamentable es que las autoridades no están tomando en cuenta una voz muy importante en este debate, la del usuario. La compañía está haciendo las cosas bien.”

Alejandro Moncada, usuario “Es ilegal que Cabify preste servicios en el país, pero debería ser igual de ilegal lo que ocurre en algunos taxis: que te lleven sin aire, en unidades sucias y, en algunos casos, inseguras.”

Luis Tomalá, usuario

“Mientras haya inseguridad y desconfianza en ciertos taxis amarillos, habrá alguien que ofrezca un servicio mejor. La gente no paga solo por la carrera, paga por llegar a salvo.”