Buseros navidenos
Ayer algunas unidades no cobraron pasaje y regalaron caramelos.
Susana Cañar cambió sus habituales jeans para trabajar por un vestido rojo con blanco. En el volante daba la bienvenida a los pasajeros y les informaba que esta vez (solo el 23 de diciembre) no debían pagar pasaje.
“Es la víspera de Nochebuena, qué mejor dar una pequeña alegría a los pasajeros”, comentó.
▶Lee: ¡Visita navideña en la ‘peni’!
Ella tiene 27 años y desde hace dos conduce un autobús. Ese siempre fue su sueño. Susana trabajaba como azafata desde muy joven, allí se enamoró de los automotores pesados. “Veía como manejaban mis compañeros, pero fue una mujer la que me inspiró”, rememoró.
Decidió tomar un curso de conducción por varios meses para obtener la licencia. Pero cuando lo logró algunos de sus colegas tenían reparos. “Me decían que este no es trabajo para mujeres, igual seguí”, relata Susana.
Al parecer, la gente aún no se acostumbra a ver a una mujer, sobre todo tan joven, al volante. “Algunos no han disimulado y se han bajado. Otros dicen que se equivocaron de bus”.
Eso no la frenó para celebrar la Navidad haciendo lo que más le gusta, quizá eso haga que la gente deje de tenerle miedo. “Soy muy responsable porque además debo volver a mi casa para ver a mi hija”, comenta.
▶Lee: Veintitrés grises Navidades en Puerto Hondo
Su unidad es parte del Corredor Sur Occidental que cubre la ruta Estadio Olímpico (norte) - Hospital del Sur.
Sale a las cinco de la mañana y si el tráfico está pesado vuelve al menos a las diez. El domingo es el único día que puede disfrutar de su hija que también quiere ser chofer.
La iniciativa
Los gremios de transporte urbano de Quito se pusieron de acuerdo para que una unidad de cada cooperativa no cobre pasaje por un día.
Los conductores y cobradores se esmeraron en las decoraciones con guirnaldas y este fue precisamente el distintivo de las unidades que decidieron celebrar la Navidad.