El boxeo crece en el Guayaquil Tenis Club

Para calificar si es bueno, malo o regular el trabajo de cualquier entrenador deportivo, hay que colocar en balanza los resultados de una o dos temporadas.

Si los triunfos nos invitan a soñar con algo positivo, hay que aceptar a quien tuvo la capacidad de conducir a sus discípulos por buen camino. En el boxeo amateur guayaquileño, César Angulo Angulo mostró enorme responsabilidad al momento de ponerse el overol de técnico.

A pesar de los momentos dramáticos que está viviendo esta disciplina, obtuvo excelentes resultados en su misión orientadora. Nacido en la provincia de Cotopaxi, ganó tres títulos nacionales (1999-2000), por lo que fue considerado uno de los mejores entrenadores de la provincia.

En un torneo nacional en Esmeraldas cumplió excelente trabajo. Luego, en la ciudad de Portoviejo, tuvo la suerte de tener bajo su custodia a un puñado de juveniles que lo hicieron quedar bien. Sin embargo, su mejor momento fue durante los II Juegos Nacionales en Machala, donde ganó cinco medallas en varias categorías: dos de oro con Víctor Quiridumbay y Mario Mina en 54 y 71 kilos respectivamente; una de plata con Ramiro Quiñónez en 54 kilos; y dos de bronce con Jefferson Borja en 60 kilos y Luis Avilés en 75.

Luego de estos triunfos, Angulo abandonó Fedeguayas por motivos desconocidos y buscó trabajo en el anexo del Guayaquil Tenis Club, donde ahora presta sus servicios profesionales. El técnico de nuestra historia viene preparando a un grupo de jóvenes y adultos que saltan la cuerda, le pegan al saco y se ponen los guantes para mostrar sus progresos.

Es una lástima que la institución porteña donde nacieron grandes campeones sudamericanos y latinoamericanos, se esté quedando sin técnicos y sin gimnasios donde practicar boxeo.