Son preguntas que no tienen arreglo. Tras el cúmulo de críticas que recibió el primer pliego de preguntas de consulta del presidente Daniel Noboa, analistas sostienen que la mejor opción que le resta al Gobierno es reformular todo el cuestionario.

(Lea también: Crisis carcelaria: Noboa recurre al estado de excepción)

Esta opción, según el penalista Julio César Cueva, debe ser seriamente analizada por el Gobierno, ya que “lo que están planteando en ocho o nueve preguntas son cosas que ya están en trámite o ya se encuentra en las leyes. Sería inoficioso volver a preguntar lo mismo”.

De hecho, según recuerda el extitular de la mesa de Seguridad de la Asamblea Nacional, Ramiro Narváez, la mayoría de las preguntas ya fueron solventadas por la anterior Legislatura.

(Lea también: Noboa: "No hay espacio para políticos oportunistas que buscan sacar créditos")

“Se está consultando cosas que ya no son necesarias porque el período anterior ya aprobó los cambios necesarios para viabilizar que las Fuerzas Armadas puedan trabajar con la Policía Nacional, por ejemplo”, dice.

En ese sentido, Cueva propone que, de querer insistir el Gobierno con la consulta popular, esta se estructure con preguntas técnicamente elaboradas y que generen cambios de fondo.

Para este nuevo temario, según indica el penalista, el Gobierno de Daniel Noboa debería convocar a un “grupo importante” de juristas en materia penal, administrativa y constitucional para elaborar las preguntas.

(Lea también: El estado de excepción declarado por Noboa incluye toque de queda: ¿Qué significa?)

Ahora, ¿qué preguntar? Para el constitucionalista José Chalco, la consulta popular debe estar enfocada a temas que, aunque sensibles, sí provoquen un cambio profundo en la estructura del Estado ecuatoriano.

“Puede ser impopular, pero hay que tratar la seguridad social. ¿Qué se va a hacer con el IESS? ¿Se mantendrá un Seguro Social compartido de pensiones, como hospital y banco, o las separamos”, propone.

Por otro lado, Chalco también indica que modificar los tipos de contratos en el país sería una consulta más útil que las planteadas. Precisamente este es uno de los temas que el Gobierno analiza añadir al temario.

(Lea también: Toque de queda en Ecuador: las excepciones en movilidad)

En materia institucional, apartado no tan explorado en la propuesta original de la consulta popular, el constitucionalista propone un régimen transitorio en el Consejo de la Judicatura que revise la entidad.

Bajo ese mismo paraguas, el penalista Cueva sostiene que, además de enfocar una pregunta en la Judicatura, también se debería abordar el rol del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS).

“A la Judicatura hay que quitarle la potestad disciplinaria y, tal vez, dársela a la Corte Nacional. Creo que ya se consultó, pero también se podría preguntar sobre quitar al CPCCS la potestad de nombrar a autoridades y que esto se haga a través de ternas entre el Ejecutivo y el Legislativo, por ejemplo”, señala.

(Lea también: Centros nocturnos de Guayaquil se oponen a un nuevo toque de queda)

Por otro lado, en materia de seguridad, el penalista sostiene que no estaría mal insistir en la extradición, como ha mencionado el Gobierno, pero que “no tendrá mayor resultado en la práctica” porque Ecuador no tiene “grandes capos” que sean pedidos por otros países.

Narváez, por su parte, incluiría preguntas que apunten a fortalecer las instituciones vigentes de la fuerza pública, como las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, así como el servicio penitenciario, SNAI. “Hay que rescatarlas, pero primero hay que insistir en la depuración de estas instituciones”, suelta.

(Lea también: Noboa tiene una sola misión: demostrar a los escépticos que él no es Lasso 2.0)

Además de la depuración y reinstitucionalización de estas entidades, el penalista Julio César Cueva también sostiene que, como otra de las preguntas a reformular de la consulta popular, se puede enfocar a que, de manera excepcional, se puedan redireccionar recursos para fortalecer a la fuerza pública.

Aunque más temas relevantes para el país se podrían seguir incluyendo al nuevo cuestionario, Chalco y Narváez resaltan que la consulta popular solo servirá si se preguntan temas que provoquen cambios profundos. De lo contrario, cualquier ejercicio plebiscitario resultará inútil para el Estado.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!