10 años es el tiempo máximo de privación de la libertad cuando hay agravantes.

Con una biblia y vestidos con sotana inician la estafa

Son los falsos sacerdotes. Piden dinero para la supuesta construcción de templos o para proyectos sociales. La Iglesia recomienda estar alerta y denunciar.

Visten como sacerdotes, con una sotana, cuello clerical y llevan una biblia en la mano, pero no lo son. Algunos hasta ofician misas y no son pocos los que van de un lado a otro pidiendo dinero, en nombre de la Iglesia. Dicen que con esos fondos construirán un templo o que harán obras de caridad. Al final, nada de eso es cierto.

Pasó en el 2016 en Pedernales (Manabí), donde un falso presbítero solicitaba donaciones y aseguraba que se utilizarían para reconstruir la iglesia que se había derrumbado por el terremoto. También ocurrió el año pasado, en Quito, donde un hombre fue detenido porque, vestido de sacerdote, visitaba a personas y hasta empresas para pedirles colaboración para una fundación de niños y adultos mayores, que se comprobó luego que no existía.

Cada cierto tiempo hay nuevas denuncias. Ni los mismos presbíteros se salvan de los impostores, algunos llegados del exterior y que presentan documentos falsos en la curia para “ejercer” en el país. Hace pocos días, la Arquidiócesis de Guayaquil pidió estar atentos, pues aseguró que se ha vuelto común encontrarse con estos falsos sacerdotes en la ciudad.

“Hemos tenido denuncias de personas que vienen y nos dicen que su hijo fue bautizado y que quieren sacar la partida o certificado de nacimiento y no saben cómo hacerlo porque sus nombres no constan en el registro. Allí descubren que fueron engañados”, dijo a EXPRESO el arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera. Ante esos casos, indica que la denuncia la debe presentar la persona perjudicada.

Los impostores podrían enfrentar penas que van de los cinco a los diez años de prisión, explicó a este Diario el abogado Miguel Ángel Ramos, especialista en el área penal. “Se puede interponer una denuncia por estafa”, indicó. La pena es de cinco a siete años, pero si existen agravantes (hay más perjudicados) podría ir de siete a diez años.

No hay registros de cuántos casos así existen, pero sí se conoce que estos modos de operar traspasan fronteras. El año pasado, en Colombia se detuvo a un hombre que se hacía pasar como presbítero en varios países, entre ellos Ecuador. Y también figura un ecuatoriano en el exterior que usó sotana para engañar.

La Arquidiócesis recomienda que para no caer en estas estafas hay que conocer, por ejemplo, la estructura de la misa, es decir, lo que el presbítero debe y no debe hacer en la celebración litúrgica (ver Para saber). Pide estar alertas a esta forma de estafa que se registra en varias zonas del país.

Cultos

Cada grupo tiene sus celebraciones

La Arquidiócesis de Guayaquil dice que reconoce la libertad religiosa y que la respeta, pero pide que los otros grupos que existen en Guayaquil no utilicen el nombre ‘católico’ para evitar confusiones entre los fieles.

En cuanto a la validez de las celebraciones, indica que respetan lo que cada iglesia o grupo religioso haya establecido para su feligresía, pero que la Iglesia católica solo acepta como válidas las que son realizadas por sacerdotes o diáconos autorizados, cuyos certificados quedan en los archivos parroquiales. Señalan también que la autorización para celebrar se pierde por abandono del ministerio, por cambio de confesión religiosa o por suspensión por parte del arzobispo.

Los casos

En España

En 2012, en Sevilla se denunció que un ecuatoriano había ejercido como sacerdote sin serlo (administró la comunión, la confirmación y el matrimonio durante siete años). Usaba una credencial falsa. Tenía 40 años y se había presentando en la parroquia asegurando que era religioso.

Internacional

Hace un año, en Colombia se detuvo a un hombre que simulaba ser sacerdote para estafar, logrando engañar a por lo menos 45 personas, según la Fiscalía de ese país. Operaba también en Ecuador, Chile, Perú y Bolivia. Los engañaba para apropiarse de sus pertenencias.

Quito

En julio del año pasado, la Arquidiócesis de Quito denunció que un venezolano presentó credenciales falsas para ejercer en una parroquia eclesiástica de la capital. En Venezuela informaron que no había sido ordenado y que lo iban a excomulgar.

Varias ciudades

Una organización delictiva, liderada por un falso presbítero, fue desarticulada en marzo de 2018. Se hacía pasar por administrador de una fundación y pedía donaciones. Lo hacía en Quito, Ibarra, Riobamba, Ambato y en otras ciudades del país.

Cotopaxi

En octubre pasado, la Diócesis de Latacunga denunció que un falso sacerdote engañaba en las comunidades indígenas. Lo descubrieron cuando los fieles se acercaron a reclamar sus certificados de primera comunión.

Para saber

Cómo trabajan.

La Arquidiócesis informó que los impostores ofician misas en las calles o en viviendas, que entregan tarjetas de presentación para ser contactados y que no cuentan con el carné que otorga la Iglesia católica.
Qué hacer. Si tiene dudas, revise el directorio de sacerdotes en la web de la Arquidiócesis. Si ha sido estafado, denuncie en la Fiscalía o al correo arquidiocesiscomunica@gmail.com.