Bendita tecnologia

Muchas veces el avance tecnológico es rechazado por los resultados que puede producir su mala aplicación, pero hoy quiero agradecer su existencia ya que el ‘software’ que utilizan los expertos en informática forense está extrayendo datos de los dispositivos electrónicos incautados para sacar a la luz la verdad del gobierno corrupto de AP y que trató de dejar en la impunidad a través de las autoridades jurídicas, de control y otras nombradas por el Cpccs, propiedad de RC, para cumplir con sus fines deshonestos y quitar la libertad a los ecuatorianos. Creo que las evidencias digitales que están extrayendo de los dispositivos electrónicos incautados a los implicados y los testimonios anticipados de Pamela M. y Laura T. son pruebas más que suficientes para que la justicia sea leve para las nombradas, que eran leales y obedientes empleadas que están colaborando para esclarecer los hechos y dé sanciones sumamente drásticas a los responsables directos de la red de corrupción. Los abogados de las exfuncionarias públicas deben estar atentos ante el poder económico y cinismo de los responsables directos que estarán maquinando convertir a las acusadoras en acusadas y sean sancionadas en lugar de ellos. Mientras la justicia no esté conformada por profesionales honestos que vivan del sueldo que les pagamos con nuestros impuestos, todo puede suceder.

Me siento orgulloso de tener a la Dra. Diana Salazar como fiscal general del Estado, distinguida entre las cinco personas más influyentes en la lucha contra la corrupción del continente; la revista norteamericana Americas Quarterly la describe como una fiscal que hace historia, sacudiendo a Quito con audaces investigaciones sobre los poderosos, para dar una inmensa satisfacción al pueblo ecuatoriano, que ha sido engañado por mucho tiempo por políticos corruptos. Ya es hora de que los ecuatorianos gocemos de la riqueza de un país bendecido por Dios; tenemos todos los recursos para transformarnos en un país del primer mundo. Ya es hora de que seamos gobernados por gente capaz, honesta y que revestidos de una moral acrisolada puedan dejar a nuestros hijos y nietos un Ecuador donde se pueda vivir, con un futuro digno de imitación por otros países que están siendo demolidos por personajes sedientos de poder, sin que les importe el daño que causan a las clases más necesitadas.

Manuel Alberto Troya Mora