Varias decisiones del Cabildo han sido criticadas por ciudadanos de diferentes sectores sociales. El 30 de junio, representantes de colectivos y grupos ecológicos solicitaron las razones técnicas por las que se decidió elevar el cerco del malecón Simón Bo

Los barrios esperan mas del Municipio

El Municipio asegura que incentiva actividades y construye áreas de integración como parques y balnearios artificiales para que la vida barrial no desaparezca.

El Municipio asegura que incentiva actividades y construye áreas de integración como parques y balnearios artificiales para que la vida barrial no desaparezca. Esta postura no satisface del todo a algunos actores sociales, que matizan desde varias perspectivas las respuestas que ayer dio en EXPRESO el director de Urbanismo, José Miguel Rubio.

El presidente de la Federación de Barrios del Ecuador, Luis Gómez, cuestiona la tendencia de urbanizaciones cerradas. “Allí ponen como alternativa de convivencia a los centros comerciales. Todo está distribuido para favorecer el consumo. Se perdieron los criterios urbanísticos elementales de lo que es una ciudad: movilidad, habitabilidad...”.

Hay mucho trabajo por hacer y otro que pudo hacerse mejor, dice Iván Basurto, habitante de Guayacanes que cree que “el Municipio se encargó de matar zonas de esparcimiento que había creado, para llevar el movimiento a otros puntos”. Como la zona rosa, “que se mudó al Puerto Santa Ana”. “No se incentiva el crecimiento de espacios pensados para que surjan nuevos emprendimientos, especialmente gastronómicos. Nos cierran los parques, nos acorralan como ciudadanos para que vayamos a donde solo ellos lo designan”.

Ciudadanos como Lenín Avellán no creen, además, que el Cabildo contemple en sus planes “la parte humana”. “Vivir en las periferias ha traído problemas en la movilidad, confort y tiempo. Los lugares de trabajo están muy distantes de los dormitorios enumerados”, opina este arquitecto, que reside en Los Esteros.

No basta con regeneración, apunta por su parte el urbanista Luis Alfonso Saltos. “Es fundamental que se cambie el modelo de diseño y gestión. El alma de la regeneración debe ser de economía urbana y no de diseño arquitectónico”.

Coincide en ello la arquitecta Lisseth Mena. “En el caso de la recuperación del centro, resulta urgente cambiar la mentalidad. El Municipio es intransigente con el uso de suelo”.

Gómez tiene claro el panorama. “El eje sobre el que se debe trabajar es cómo hacer converger a la ciudadanía en un desarrollo integral. No podemos perder el sentido de ciudad”.

¿Cómo lograrlo? La presidenta del Consejo Barrial de Miraflores, Tatiana Di Mattia, cree que con proyectos comunales, que solo son posibles con seguridad y comunicación de barrios y autoridades, “para que en lugar de querer irse del sector, el ciudadano lo mejore”.