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Barcelona quiere la 15 en el Clasico

Barcelona derrotó sin despeinarse a Independiente del Valle y está a las puertas de conseguir el título decimoquinto en la historia de la institución. Un gran primer tiempo bastó para sellar la historia.

Celebración. Marcos Caicedo (i) abraza al goleador de Barcelona Sporting Club en la temporada 2016, el uruguayo Jonatan Álvez (d), quien consiguió su gol número 19 por la vía del penal. El domingo irán por la copa.

Fiesta amarilla. Barcelona derrotó sin despeinarse a Independiente del Valle y está a las puertas de conseguir el título decimoquinto en la historia de la institución. Un gran primer tiempo bastó para sellar la historia.

Un marco extraordinario. Pieles erizadas con el minuto de aplausos en homenaje a Pablo ‘Gato’ Ansaldo y la entonación del himno de Barcelona por más de 40.000 personas en el Monumental, daban fe de lo que iba a iniciar tenía que terminar con un final positivo.

Y los amarillos en el gramado del ‘Coloso’ empezaron con esa predisposición, pasarse por encima al rival.

Los primeros diez minutos Barcelona era arrollador. Guiados por la claridad de Damián Díaz, quien siempre era la raíz de la creación.

El dominio era absoluto. Barcelona controlaba las acciones y ellos lo sabían. Faltaba el gol de la tranquilidad. Díaz les hablaba y pedía calma.

Los palos de los arcos del Monumental también eran protagonistas. Primero el vértice izquierdo le ahogó el grito al ‘Kitu’ y después una carambola entre el larguero y el vertical derecho, le negaron el gol a Anderson Ordóñez.

Independiente optaba por aprovecharse de la ansiedad de los locales y mostrar con espasmos algo de hambre en su fútbol. Siempre de la mano de Junior Sornoza. Hubo un par de ocasiones que fueron contenidas por Máximo Banguera sin aprietos.

Pero tanta búsqueda iba a tener su recompensa. Un penal dudoso sobre Ely Esterilla iba a darle aire a los toreros. Parecía que Díaz iba a disparar, pero al final, Jonatan Álvez fue el encargado de provocar el júbilo total entre los amarillos.

La primera parte se iba con una supremacía total de Barcelona, pero en la segunda, los visitantes iban a apretar el acelerador.

Independiente saltaba con otra idea. Adelantar líneas y no cederle terreno a los toreros. El objetivo se realizaba. Los del Valle eran los que intentaban llegar al arco de Banguera, pero sus recursos en ofensiva eran insuficientes, sobre todo porque la zaga amarilla era impecable.

A pesar de que el visitante intentaba desequilibrar, los espacios que dejaba eran identificados por los canarios. La cuenta pudo extenderse, pero la precisión de Jonatan Álvez, a pesar del gol que anotó, ayer no estuvo fina.

Los últimos 25 minutos parecían de mero trámite. Lo más notable fue la expulsión de Gabriel Cortez tras un manotazo hacia Tito Valencia. Desde el palco, Guillermo Almada movía sus fichas pensando en el Clásico, el que podría ser el último escalón de Barcelona.

El Ídolo está a un punto de alcanzar la estrella 15. El domingo el rival será Emelec y los amarillos quieren alzar la copa en este Clásico con sabor a final.